El director del Centro de Estudios del Camino, considerado uno de los mayores expertos en la ruta jacobea, señala el valor de la amistad peregrina
¿De dónde le viene su pasión por el Camino de Santiago?
Nací en Carrión de los Condes, un pueblo por donde pasa el camino, en 1948, que fue año jacobeo. Seguramente, cuando vi por primera vez la luz del mundo, había peregrinos pasando junto a mi casa (risas). Después, en 1982, Radio Nacional, la empresa en la que trabajé, me hizo una propuesta para hacer un programa diario de una hora. Fue un reto difícil. Estudié e investigué mucho, pero conseguimos nuestro objetivo: dar a conocer los entresijos de la ruta jacobea.
¿Cuántas veces ha hecho usted el Camino?
Andando, cuatro. En coche, no sabría decirle. Muchísimas.
¿Cómo está el estado de salud del Camino de Santiago?
El Camino tiene muchos años de historia, pero una cantidad de siglos de vacaciones… Creo que está viviendo una época dorada, muy similar a la que relatan en la Edad Media. Hay un cronista árabe que dejó escrito que, en el remoto Finisterre de España, hay un lugar donde van en peregrinación, y son tantos que hay que apartarse, a veces, a las cunetas. Desde entonces, no creo que se haya vuelto a dar esa cantidad de peregrinos.
¿Cuáles son los motivos de ese nuevo reverdecer?
El primero es el reencuentro de la gente con la propia naturaleza. La motivación religiosa continúa existiendo, es decir, todavía existe la fe del peregrino. Sin embargo, hay otra razón del esplendor que vive hoy el Camino que está vinculada al sentido de la amistad. Puedes encontrar amigos o hacer la Ruta con amigos. Yo hice el camino con mi hija hace diez años y jamás he vuelto a hablar tanto con ella como en aquellos días. El tiempo lo marcas tú.
¿Qué busca el peregrino de hoy en día?
Lo mismo que la persona que hacía el Camino hace mil años. Busca vivir una aventura diferente, encontrarse con gente y buscarse a uno mismo a través de la fe en el Apóstol.
Hay muchas instituciones que han intentado apropiarse del Camino de Santiago. ¿A quién pertenece realmente?
El Camino es de todos y de ninguno… Es un espacio de libertad y, precisamente, esa es su gran ventaja y su gran problema.
¿Conoce el Camino de los Mozárabes, que transcurre en parte por la provincia de Jaén?
Quiero ir a conocerlo. Me han dicho que atraviesa una campiña de olivares espectacular. No hay un único camino, cada uno puede llegar al destino desde su propia casa
