Respecto a la misteriosa postal enviada a un hostelero gallego desde Francia escrita en castellano en el año 2000 decir que es muy probable que se la enviase uno de los integrantes del séquito que acompañó a Joseph Ratzinger en el Camino de Santiago y que se hospedaron en su albergue.
Ya que el hostelero afirma haber reconocido al propio Ratzinger en su albergue, cinco años después de haber sido elegido papa, porque era desconocido por los fieles cristianos. También afirma que con un señor mantuvo diálogo de discrepancias sobre temas de fe. Lo que ya no afirmó es que ese señor perteneciese a su séquito, ya que por aquel tiempo era prefecto de la Sagrada Congregación, y como tal relevancia de cargo es de suponer que no haría tal aventura solo.
El tema es ¿por qué recibió tal postal el hostelero en nombre de Joseph Ratzinger? Opino que la respuesta debemos hallarla en hechos históricos: «(…) en el pensamiento romano (…), la imagen, el culto y la estructura de la Iglesia es de origen también romano. (…) En Europa cristiana la sociedad está regida por la autoridad espiritual del papa y la política por el emperador. La historia define la alianza y conflictos entre estos dos poderes. (…) Desorden interno a causa de intromisión de las familias romanas en las elecciones papales. Hasta entonces, reyes, emperadores o nobles podían nombrar abades y obispos; compra y venta de cargos eclesiásticos. Reformas en el centralismo papal y riqueza y poder de la Iglesia. En Francia siglo XIV el lujo clerical se multiplicó. A finales de este siglo, la elección de dos papas coetáneos, y a principios del siglo XV incluso tres a la vez. La Iglesia europea se dividía. (…) El impacto de la modernidad, el desarrollo de la ciencia y la consolidación de la sociedad industrial potenciaron el surgimiento de una crítica radical al catolicismo. Frente a la crítica liberal el papado reaccionó con la convocatoria del Concilio Vaticano I que aumentó el poder del papa hasta el extremo de plantear la infalibilidad pontificia en ciertas cuestiones. Con el Concilio Vaticano II, la adaptación de la Iglesia y sus postulados en un mundo en plena transformación; retorno a la unidad de los cristianos».
En resumen, intromisión de las relaciones políticas en virtud de las razones de conveniencia de persuasión expresada por Dios a que hagan un esfuerzo por acertar quienes mandan y dirigen en la supremacía del liderazgo en el mercado común europeo, en favor del destacado profesor de teología y tenaz opositor a la liberalización y otras posiciones teológicas semejantes, caracterizadas por la búsqueda de un equilibrio entre modernidad teológica y respeto al magisterio tradicional, por lo que decidieron que Joseph Ratzinger fuese el nuevo papa, logrando el apoyo de la Iglesia.
