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Los tribunales no aprecian delito en el desalojo del albergue municipal

12 febrero 2011 / Mundicamino

El Ayuntamiento denunció la desaparición de enseres y ahora la Audiencia le aconseja la vía civil para dilucidar la propiedad de los bienes.

¿A quién pertenecen los bienes que se retiraron del albergue municipal logroñés cuando cesó la gestión de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, el 31 de diciembre del 2009? Los tribunales a los que ha recurrido el Consistorio le recomiendan dilucidar la cuestión de la propiedad por la vía civil antes de entrar en si se produjo algún tipo de hecho delictivo.

El Ayuntamiento y Logroño Turismo decían que del albergue se habían sustraído sillas, bancos, una lavadora, papeleras, perchas, una mesa… y, sobre todo, una figura de bronce donada por el autor, Cenzano, y que ahora se halla en Navarrete. El Gobierno local llevó el caso a los tribunales por si hubiera un delito de hurto y estos ya se han pronunciado varias veces, todas en el mismo sentido.

Primero fue el Juzgado de Instrucción nº 2, que entendió que no aparecía justificada la perpetración de un delito y, si acaso, podría haber una cuestión civil sobre la titularidad de los bienes y la resolución del convenio. Los recursos municipales fueron desestimados y el caso ha llegado a la Audiencia Provincial.

En su auto, la Audiencia desestima el recurso municipal y considera que se trata de un asunto que se deberá resolver en la jurisdicción civil, en la que «deberá determinarse a quién pertenecen los bienes».

Durante años, desde 1993, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago gestionó el albergue municipal de la calle Ruavieja. La relación entre Ayuntamiento y Asociación se rompió y los Amigos del Camino dejaron de llevar este edificio el 31 de diciembre del 2009. Fue entonces, durante la mudanza y el traspaso de la gestión, cuando se produjo esta situación. En su denuncia, el Ayuntamiento señaló que se encontró «el inmueble vacío y carente de los útiles mínimos para proseguir la actividad, impidiendo la gestión de un servicio que se presta al público. Como consecuencia del estado denunciado -agregó el Consistorio- el servicio de alberguería tiene que ser prestado en otro local».

Desde el Ejecutivo local, el concejal del área, Ángel Varea, descarta en estos momentos emprender otro tipo de acciones judiciales. Para él, lo importante es que el albergue ha iniciado una nueva etapa con diferencias notables en la explotación, que se desarrolla desde Logroño Turismo y el colectivo Ultreia. Si antes había que aportar 20.000 euros, comentó el edil, ahora el albergue revierte dinero a la Administración.