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Los peregrinos tienen casa en Grandas

19 febrero 2011 / Mundicamino

Neli Díaz, de 51 años, regenta «Casa Federico», un pequeño comercio mixto fundado por sus padres en la aldea de Cereijeira, al pie del Camino de Santiago, en 1953

La tarjeta de visita de «Casa Federico» no deja lugar a la duda. En ella aparece impresa sobre un fondo amarillo una vieira, símbolo del Camino de Santiago. La ubicación de este bar tienda, sito al pie de la ruta milenaria, lo ha convertido en una parada obligada para centenares de peregrinos a lo largo del año. Neli Díaz, su propietaria, ha sabido sacarle provecho. Las cosas no están como para dejar escapar oportunidades así. Este goteo de personas permite al comercio seguir adelante cuando ya acaricia casi seis décadas de historia.

Neli Díaz conserva como oro en paño un viejo documento. En el interior de una carpeta de cartón guarda un sobre que porta la autorización que el Gobierno Civil de la provincia de Oviedo concedió a su padre para abrir un bar tienda. El estado de conservación del papel en el que está impreso es muy delicado. No conviene manipularlo mucho. No en vano suma cincuenta y ocho años. «Este comercio fue abierto el día 13 de enero de 1953», precisa la tendera grandalesa.

Sus padres, Federico Díaz Fernández y Nieves Iglesias, abrieron el bar tienda tras contraer matrimonio. Federico siempre había trabajado en el campo y vio en el comercio una manera de labrar un futuro mejor para los suyos. La situación estratégica de Cereijeira ofrecía muchas oportunidades puesto que era, y sigue siendo, un lugar de paso inevitable entre el Suroccidente de Asturias y la vecina provincia de Lugo.

«Casa Federico» no era el único bar tienda en Cereijeira. Apenas a un centenar de metros se encontraba «Casa Leonardo», otro comercio mixto que cerró sus puertas alrededor de 1975. «En el pueblo había más gente. Ahora tan sólo hay una o dos personas por cada una de las diecisiete casas que lo conforman», precisa Neli, quien recuerda con especial nostalgia su infancia en el negocio familiar. «Durante la segunda mitad de los sesenta compramos la primer televisión que hubo en el pueblo. Fue todo un acontecimiento. A los clientes les encantaba un programa sobre coros y danzas que emitía Televisión Española. Dejaban de trabajar en el campo y esto se llenaba», asegura. De todos modos, en el comercio aún resuenan los ecos del «La, la, la» de Massiel. «Aquel día de 1968 hubo un lleno absoluto», enfatiza.

Federico Díaz se jubiló en 1986 tras más de tres décadas tras el mostrador. Por aquel entonces, la calidad de vida había mejorado mucho. Ya nada tenía que ver con los tiempos en los que era un mozo. «Había muy poco poder adquisitivo. Era una época difícil», afirma Neli. Con el desarrollo llegó el éxodo y en Cereijeira tan sólo quedó un puñado de vecinos. «Mantener un bar tienda es muy complicado», lamenta la tendera. Por si esto fuera poco, hace apenas un año la carretera AS-18 fue sacada del pueblo. La modificación en su trazado ha supuesto un duro golpe para «Casa Federico». «Se ha notado muchísimo. Los clientes de toda la vida siguen acudiendo pero los de paso ya no», comenta.

Por desgracia, éste no es el único problema del bar tienda. «La venta ambulante nos está afectando mucho. Deberían de controlar sus ventas en los pueblos en los que aún existen comercios tradicionales», sostiene, y prosigue comentando que «es una lástima que no se mire un poco por estos establecimientos. ¿Dónde se reunirá la gente el día que desaparezcan?».

El Camino de Santiago no sólo representa la redención de los peregrinos que lo recorren, también es una fuente de esperanza para lugares como «Casa Federico». Los inviernos en Cereijeira son duros y austeros, todo lo contrario que el verano. «En julio y agosto recibo hasta cien peregrinos al día. Se toman el café aquí y compran los alimentos necesarios para seguir hasta Fonsagrada. Les encanta que les prepare huevos fritos con chorizo, jamón y pimientos», afirma Neli, la cual cumple a rajatabla con uno de los preceptos de todo bar tienda que se precie: «echarle muchas horas».