El órgano asesor de la UNESCO denuncia «amenazas» al Prerrománico y «fachadismo» en un casco histórico sin revisar, y pide proteger el Campo
El Icomos, Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, propinó ayer a través de su comité nacional un contundente tirón de orejas al Ayuntamiento y al Principado por el estado del patrimonio ovetense. Aunque el organismo está elaborando un informe detallado y todavía sigue con el estudio y las conversaciones con las administraciones para elaborar un documento oficial, la acumulación de malas noticias sobre los bienes históricos de la ciudad ha obligado a sus portavoces a hacer público ayer un comunicado en el que hacen sonar todas las alarmas y muestran su «preocupación» ante el estado de la gestión del patrimonio ovetense.
Las críticas de la presidenta del Icomos, María Rosa Suárez-Inclán, y de su presidente científico, Víctor Fernández Salinas, se ciñen al «amenazado» Prerrománico y su mala gestión, a «la falta de criterio» municipal a la hora de permitir el «fachadismo» en su casco histórico con una modificación del Plan de Ordenación Urbana, al rechazo del PP y el PSOE a incoar el expediente de bien de interés cultural al Campo San Francisco y a la «obsoleta» delimitación del conjunto histórico, cuya área pide ampliar.
Por último, a modo de conclusión, el documento alerta al Ayuntamiento y al Principado sobre la posible inclusión de los Caminos del Norte en la declaración de Patrimonio Mundial al Camino de Santiago por parte de la UNESCO y les indica que la mala gestión del patrimonio complicará la defensa de esta ampliación. Por ello, razona, «cabe esperar que tanto los responsables de la ciudad como de la comunidad autónoma tuviesen una actitud más generosa respecto a los bienes culturales, una mayor amplitud de miras y evitar que se genere una imagen exterior negativa».El Prerrománico. El Icomos lamenta los retrasos de la puesta en marcha de un plan de gestión y las carencias que éste presenta. «Eso no es un plan de gestión como los que UNESCO exige», señaló ayer Víctor Fernández. «Unesco pide un plan de gestión claro, no renovable año a año, según los dineros». El documento denuncia que «las amenazas» (deterioro de las pinturas, humedades) «no han desaparecido» y pone la lupa en la incapacidad de las administraciones para impedir la construcción de una vivienda a pocos metros de Santa María del Naranco, aunque reconoce que el caso se perdió en los tribunales.
Modificación del PGOU. La modificación del Plan General de Ordenación Urbana en Oviedo para permitir una protección más ligera en los edificios del casco histórico que permita vaciarlos por dentro o hacer garajes es calificada por el Icomos de «fachadismo» y «falsos históricos». Acusa al Ayuntamiento de «falta de criterio», ve en la medida «un paso atrás» y acusa al Principado de «dar el visto bueno» a esta modificación.
El Campo San Francisco. El rechazo del PP y el PSOE de incoar un expediente de bien de interés cultural para el Campo San Francisco merece otro capítulo para el Icomos, que sin exigir este título pide que sí se pueda estudiar esta posibilidad de forma seria, y acusa a las administraciones de actuar por «motivaciones de coyuntura política y de oportunidad urbanística» en vez de mostrar «una actitud proactiva y decidida de protección de los valores patrimoniales».
Límites del conjunto histórico. Para el Icomos, en el «fondo de la cuestión» está la delimitación del conjunto histórico de Oviedo, que el organismo califica de «obsoleta» e «inadecuada». Estos límites, trazados según explica el Icomos en 1955, «no incluyen, por ejemplo, Trascorrales, Cimadevilla, el Fontán o la calle Magdalena». El comité asesor de la UNESCO realiza en el comunicado su propia propuesta, que incluye el Campo San Francisco y el Campillín, y señala que ya hizo saber al Ministerio de Cultura hace ocho años la necesidad de esta ampliación.
En las conclusiones finales, el Icomos deja caer la amenaza de un posible fracaso a la hora de tratar de entrar en el Patrimonio Mundial del Camino de Santiago como Caminos del Norte si se mantiene ese abandono del patrimonio.
