Apostol

Marchando una de puentes

07 marzo 2011 / Mundicamino

Los puentes están más presentes que nunca en Puente la Reina. Ayer se inauguró en la Casa del Vínculo de la localidad la exposición «Ultrapontem. Un recorrido por los caminos colgantes», un viaje por varias de las estructuras más singulares.

Los más aventureros se atreven a cruzarlo, aunque esté colgando y le falten partes. El puente de Hussaini, en el lago paquistaní de Borit, es el más peligroso del mundo. Más honorables son los puentes de Kazama o Arkadiko, en el Peloponeso, que ostentan el honor de ser los más longevos del mundo: se construyeron en el 1300 a.C. y siguen en funcionamiento.

Y es que hay puentes para todos los ánimos y sabores, como se recoge en la exposición Ultrapontem. Un recorrido por los caminos colgantes, que se inauguró ayer en la primera planta de la Casa del Vínculo de Puente la Reina. Un lugar idóneo, porque mientras se contemplan los paneles y las tres maquetas que conforman la muestra se puede observar, a través de la ventana, la elegante estructura románica del puente del siglo XI.

Tendiendo puentes

Nada más subir los escalones hacia la primera planta, el primer panel, que habla sobre la evolución de los puentes, avisa: Juntar orillas es crear mundos. En esta línea poética incidió Juan Ramón Corpas, consejero de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra, cuando inauguró ayer la exposición. «Los puentes son hechos significativos en la cultura del mundo, un símbolo, y suponen la aproximación y el nexo entre dos orillas, dos culturas», apuntó. Tras repasar la relación entre las palabras y los puentes (con expresiones como «puentear» o «irse de puente»), el visitante podrá contemplar la primera de las tres maquetas de la exposición: la del puente de Alcántara, en Cáceres, un bello ejemplo de factura almohadillada y sin argamasa.

Contigua a ella se encuentran los paneles que ahondan en los puentes de Navarra: en la toponimia relacionada con ellos (por ejemplo el nombre de los ríos Zubiaga, que significa «lugar del puente», o Zubiondo, que significa «junto al puente»); los puentes del Camino de Santiago, como el de Salinas de Ibargoiti; los puentes históricos jacobeos, vinculados a tradiciones y leyendas…

La segunda maqueta resulta la más familiar de las tres: el puente de Sancho el Mayor de Castejón, obra del navarro Javier Manterola y Leonardo Fernández. Otros puentes singulares de Navarra, en este caso más antiguos, que se mencionan en la muestra son los de San Pedro en Pamplona, Belascoáin en Lumbier…

Por último el visitante puede pasear por los puentes más internacionales: desde los más singulares, como el Samuel Beckett en Dublín o el puente del Bósforo, en Estambul, hasta los históricos, como el puente viejo de Florencia o el Gard Gard de Francia. Asimismo, están las estructuras que baten récords, como el puente más largo del mundo en China, el gran viaducto de Weinan Weiha, de más de 79 kilómetros; o el más concurrido, el de Howrah Bridge, en Bengala Occidental (India), por el que pasan a diario un millón de peatones, 800.000 vehículos y miles de cabezas de ganado.

Junto a estos paneles se encuentra la tercera maqueta, en este caso la réplica del viaducto de Millau, en la región francesa de Aveyron. Es el puente más alto del mundo con tráfico rodado, a la friolera de 270 metros de altura.

Ultrapontem. Un recorrido por los caminos colgantes nace con vocación de ser una exposición permanente. «Vamos a intentar que en la Casa del Vínculo haya un centro de documentación y un centro de puentes, no hay ninguno en España y Puente la Reina es un lugar idóneo para esto», concluyó Corpas.