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Los peregrinos pueden desembarcar en ferry en Asturias y hacer el camino original

14 marzo 2011 / Mundicamino

ADELINE RUCQUOI Presidenta de la Sociedad Francesa de Amigos de Santiago

«Santiago tiene ahora mucha competencia y lo que le da un toque especial es la religiosidad»

Adeline Rucquoi, medievalista y presidenta de la Sociedad Francesa de Amigos de Santiago de Compostela, participa este fin de semana en el I Congreso internacional «El Camino del Salvador», que se celebra en el auditorio Príncipe Felipe de la capital asturiana. Con él, la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago se propone promocionar la ruta del Norte y promover su declaración como patrimonio de la UNESCO.

-¿Cuál es la singularidad del camino del Norte?

-El camino que va de la costa a Oviedo y de aquí a Santiago es el más antiguo. Los peregrinos llegaban por vía marítima, se encaminaban a la capital del Reino, que era Oviedo, y de allí a Santiago. El camino francés es un invento del siglo XI. A los peregrinos franceses les recomendamos que el primer viaje lo hagan por él, pero a la vuelta es frecuente que se interesen por el camino del Norte, más que por el portugués o la Vía de la Plata.

-¿Alguna idea para interesarlos aún más?

-Se ha abierto una línea de ferry desde Gijón que llega a Nantes. Hay que promocionarla y animar a los peregrinos a desembarcar en Asturias y hacer el camino como al principio.

-En los años santos el camino se masifica.

-Y eso no siempre es bueno, el año pasado se firmaron 250.000 compostelas. La Xunta quería diversificar los lugares de llegada, pero ahora parece haber perdido el interés. Las peregrinaciones se han puesto de moda, así que Santiago tiene competencia. En Francia está la Vía Francígena, desde Canterbury a Roma, con credencial incluso. Cada vez más gente quiere ir andando a Jerusalén o en Francia al monte San Miguel.

-Por intereses ajenos a los espirituales.

-Los que lo organizan están interesados en la parte económica, el deporte o la cultura mueve a los que lo hacen. La religiosidad es lo que da un toque especial a Santiago.