Apostol

Demasiado joven para recibir la Compostela

18 marzo 2011 / Mundicamino

Una pareja de coruñeses y su hija de un año peregrinaron a Santiago pero el Arzobispado denegó la acreditación a la niña porque «todavía no es consciente del significado del Camino»

La coruñesa Vega Reboredo celebró su primer cumpleaños haciendo el Camino de Santiago pero no pudo recibir la Compostela que acredite su peregrinación. El Arzobispado de Santiago establece que sólo se puede conceder esa credencial a los niños de más de 9 años o que hayan hecho la Primera Comunión porque antes «no son conscientes del significado religioso del Camino». Para el padre de Vega la medida es excesiva. «A la hora de recibir el Bautismo, por ejemplo, no se aplica este criterio», destaca

Los coruñeses Juan y Almudena habían peregrinado en 1998 a Santiago y ya tienen su Compostela, pero este año les hacía ilusión conseguírsela a su hija Vega como regalo de su primer cumpleaños. A su llegada a Santiago, la pareja se enteró, sin embargo, de que la pequeña no podía recibir la acreditación porque no era «consciente de lo que implicaba hacer el Camino». Según los responsables de la Oficina del Peregrino, es necesario tener más de 9 años o haber realizado la Primera Comunión para ser merecedor de tal acreditación, aunque en la página web de la institución eclesiástica no se especifica esta norma.

Uno de los requisitos exigidos para recibir la Compostela es recorrer a pie o a caballo, por lo menos, 100 kilómetros y, en bicicleta, un mínimo de 200. La semana pasada, Juan y Almudena, junto a su hija Vega, se pusieron en marcha desde Sarria y, en cuatro jornadas, recorrieron los 114 kilómetros que separan esta localidad de la capital gallega cumpliendo las etapas que pasan por Portomarín, Palas de Rei, Arzúa y Lavacolla.

El matrimonio también selló la Credencial del Peregrino en las parroquias, albergues y otros establecimientos en los pueblos que se encontraron durante su peregrinaje. Este documento es imprescindible, y hay que presentarlo en la Oficina del Peregrino de Santiago correctamente sellado -como mínimo dos veces cada día- si se quiere obtener la Compostela. Reboredo recuerda cómo durante su peregrinación, mucha gente salía de sus casas para ofrecerles comida porque «se sorprendían al ver a una niña tan pequeña haciendo el Camino». «Fue un poco duro tirar del carrito en las cuestas pero tuvimos mucha suerte y el tiempo nos acompañó todo el viaje» explica Juan, quien señala que ha sido una experiencia muy bonita sólo «enturbiada» al llegar a Santiago «cuando nos denegaron la Compostela de Vega».

Al coruñés y a su pareja les pusieron el último sello en la credencial, pero no consiguieron la Compostela. A su llegada a Santiago, les explicaron que hasta que la niña fuese consciente para valorar el significado religioso de realizar el Camino no se la darían, pues además de los requisitos relativos a la distancia mínima del recorrido y lo referente a los sellos de la credencial, también se exige que la peregrinación se haga con sentido cristiano.

Juan preguntó a personal que les atendió en la Oficina del Peregrino por qué cuando, por ejemplo, se bautiza a un niño, no se aplica el mismo criterio y nadie «pone pegas» para recibir el sacramento aunque el bebé no sea consciente de ello, a lo que le contestaron que «así lo establece el Arzobispado».

Por su parte, responsables de la institución compostelana matizan que, hasta los 9 años o una vez que se haya recibido la Primera Comunión, no se puede otorgar este reconocimiento. Sin embargo, se pueden hacer excepciones con aquellos que aún no han cumplido la edad reglamentaria por poco tiempo pero que «ya han iniciado la preparación religiosa de la Primera Comunión». Reboredo no entiende lo que califica como una «contradicción» y que la organización sea tan «intransigente e inflexible».

Sacerdotes coruñeses consultados por este periódico consideran que esta medida es «exagerada» y creen que no deberían ponerse tantos impedimentos en la concesión de la Compostela. El párroco de San Francisco Javier, Severino Suárez, afirma que al igual que el Bautismo es una decisión que toman los padres en nombre de sus hijos, en este caso habría que proceder de igual forma. Por su parte, el de Xestoso, Luis Rodríguez, opina que los niños pequeños también tienen derecho a recibir un documento en el que quede constancia de que realizaron el Camino y para eso «quizás haya que cambiar y adaptar las normas del Arzobispado».

El año pasado, unos 272.110 peregrinos llegaron a Santiago coincidiendo con el Año Santo, según los datos de la Oficina del Peregrino compostelana. Esta cifra supone un 85% más que en 2009 y casi el doble que en el anterior Xacobeo del 2004, que hasta ahora ostentaba el récord con 179.944 romeros. Aunque no todos los caminantes pasan por la organización santiaguesa y continúan hasta Fisterra, los datos de la institución que entrega las compostelas refleja que la mitad de los peregrinos hacen el Camino de Santiago movidos por la fe y un 5% por razones culturales, mientras que un 45% de los encuestados alegan los dos motivos.