Apostol

Miles de raciones de titos para peregrinos y más

05 abril 2011 / Mundicamino

La Cofradía de San Antón celebra cada año más su tradicional fiesta gastronómica. La carelolada de titos para saciar el hambre de los peregrinos. Un año más se han repartido miles de raciones de titos entre los asistentes.

Cuentan que en 1502, a dos hombres pudientes del entonces pueblo de Gamonal se les ocurrió preparar una gran cacerolada de habas para saciar el hambre de los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago. Habas que más tardes se convertirían en titos y que han hecho que esta tradición, 509 años después, no sólo continúe más viva que nunca sino que se haya convertido, con permiso de El Parral y gracias a la Cofradía de San Antón, en la fiesta con más tirón popular de toda la ciudad.

La crónica/b>

Cada años cuenta que en el pueblo de Gamonal hay un continuo hervidero de gente en el que no cabía ni un alfiler. Miles de burgaleses, se calculan más de 5.000 habitualmente, se acercan, cazuela en mano y guardando una escrupulosa e interminable cola, para recoger y disfrutar las cerca de 22.000 raciones que se suelen repartir.

Para ello se disponen de más de 15 cacerolas con capacidad para 700 litros de agua que, a primera hora de la mañana se llenan gracias a la ayuda de los bomberos. Y es que, los preparativos, sin contar con el preparado de los ingredientes la semana previa, se inician a las cinco de la mañana para que todo esté listo unos minutos después de la una de la tarde.

Minutos antes, y tras la misa en honor al patrono en la Real y Antigua de Gamonal, el párroco bendice a los animales, tal y como manda la tradición. Casi todos perros (bien abrigaditos la mayoría) y algún gato o conejo. Junto con un par de marranos bien cebados que se rifan entre aquellos que habían adquirido, por cincuenta céntimos, una papeleta para el sorteo.