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‘La Croix’ y EL CORREO estrechan lazos a través del Camino de Santiago

15 abril 2011 / Mundicamino

Uno de los periodistas con más peso del diario francés La Croix, Sébastien Maillard, ha pasado los últimos días en Compostela recopilando información sobre la ciudad y el Camino de Santiago con la colaboración de varios expertos en el fenónemo jacobeo. Sébastien, que ocupa el cargo de director adjunto del servicio Mundo Responsable Europa en el citado rotativo galo, tuvo ocasión de entrevistarse con el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio; el deán de la Catedral, José María Díaz; el catedrático Fernando López Alsina, sin duda uno de los mayores especialistas en historia medieval, el responsable de la Oficina del Peregrino, Jenaro Cebrián, el comandante en jefe del Centro Europeo de Peregrinación y el director del Grupo Correo Gallego, José Manuel Rey Nóvoa, con quien conversó sobre el impresionante auge de las peregrinaciones en los últimos veinte años, la dimensión universal que ha alcanzado la capital gallega gracias a este fluir constante de viajeros llegados de los cinco continentes (en 2010 ficharon su credencial casi 300.000 caminantes, es decir, el triple de la población de Santiago), y otras cuestiones relacionadas con la información constante que genera el fenónemo jacobeo. Sébastien Maillard también mantuvo un encuentro con un grupo de erasmus franceses que se encuentran estudiando en Compostela.

La tirada diaria de La Croix es de 100.000 ejemplares y es uno de los más importantes de Francia, solo por detrás de Le Monde, Le Figaro y Liberation, por lo que el artículo que prepara Sébastien tendrá una gran difusión. Además, el periodista confesó sentirse gratamente sorprendido del buen estado de conservación que presentan los principales monumentos de Santiago, de la limpieza de las calles y, sobre todo, de la amabilidad de la gente. De hecho, le llamó poderosamente la atención que en un bar le sirvieran sin ningún problema unas raciones… a las 12 de la noche, cosa que en París hubiese resultado bastante dificilillo. Ahhh, vieja Europa, qué aburrida te has vuelto.