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Dos corredores de Rute afrontan durante dos semanas el Camino de Santiago en bicicleta

23 abril 2011 / Mundicamino

Dos ciclistas de Rute están a punto de emprender una aventura muy especial. José Antonio Puerto y Antonio Miguel Cantos están a punto de emprender el Camino de Santiago. Lo van a hacer en bicicleta siguiendo la llamada “Vía de la Plata”, partiendo desde Sevilla. Serán un total de once etapas, desde la salida del Jueves Santo (día 21 de abril) hasta la llegada a Santiago de Compostela, prevista para el 1 de mayo. Tras ello, a la vuelta no tendrán que seguir pedaleando, sino que será en avión. Entre tanto, rodarán más mil kilómetros, con una media de cien por jornada, y entre seis y siete horas diarias. Con todo, las distancias de cada etapa son muy desiguales, en función del grado de dificultad. La más larga que han planificado es de 122 kilómetros. La más corta, en cambio, es de sólo de cuarenta, ya cerca del destino, para disfrutar un poco de la ciudad de Santiago de Compostela. También las horas diarias que estén pedaleando dependerán de cómo se presente el panorama meteorológico. En toda la ruta, superarán un desnivel de once mil metros, desnivel que se acrecienta a partir de Salamanca.

La idea partió hace más de un año de Antonio Miguel Cantos “como un reto personal”. Había que encontrar el momento “y disponer de tiempo”. En principio, José Antonio Puerto confiesa que nunca se había planteado recorrer el Camino de Santiago. Ahora su compañero reconoce que, pese a que la propuesta la lanzó él, de no haber contado “con la voluntad de José Antonio”, no habría sido posible. Después de estudiarlo conjuntamente, y teniendo en cuenta las marchas que realizan con el Club Ciclista, llegaron a la conclusión de que el proyecto era factible. En los últimos meses han estado planificando minuciosamente la ruta, porque de esa planificación va a depender en buena medida el éxito de la empresa. Puerto, desde luego, insiste en que se ven “capacitados” para lograrlo.

Había otras rutas alternativas para elegir. Muy cerca de Rute, en el cruce de Encinas Reales, pasa el “Camino Mozárabe”, que enlaza con la Vía de la Plata. Según Antonio Miguel, hubiese sido “lo ideal”, pero no se ha hecho “por una cuestión de logística”. Se precisaba de dos etapas más y no disponen de fechas. Era, por tanto, más fácil transportar las bicicletas y el equipaje hasta Sevilla y partir desde la capital hispalense.

Para ayudar en el proyecto (además del apoyo de las familias) cuentan con la colaboración de varias empresas de Rute. Se han encargado fundamentalmente de costear la equipación, aunque el grueso económico se va en los hoteles y hostales para pernoctar. Es más caro, pero optaron por esta modalidad porque era más fiable que los albergues. Los dos corredores tienen la condición de “bicigrinos”, es decir, peregrinos que realizan el camino en bicicleta. Los albergues no hacen reserva previa y dan prioridad a quienes van a pie. Por tanto, ellos no tenían la garantía de que al llegar a un lugar hubiera plazas disponibles.

Puerto pudo comprobar a través de internet cómo se han dado casos en que el ciclista se ha quedado sin alojamiento, “ha tenido que seguir hasta otro pueblo o buscarse la vida”. De ahí que sopesaran pagar algo más y asegurarse unas condiciones adecuadas de descanso y aseo. Además, Antonio Miguel recuerda que el contar con una habitación reservada “ahorra peso” al no tener que llevar en la bicicleta saco de dormir, esterilla “o incluso más ropa de abrigo para dormir”.