La caída no se notó en villas como Sarria, donde la ocupación media rondó el 90% durante la Semana Santa debido a la gran afluencia de peregrinos. Los establecimientos estuvieron completos entre el 16 y el 18, justo el fin de semana anterior, según aseguraron desde la oficina de turismo de Sarria.
La razón hay que buscarla en el interés de los peregrinos por llegar a Santiago durante la Semana Santa, lo que les obliga a pasar por Sarria unos cinco días antes. Al tratarse de unas breves vacaciones, son muchos los que eligen esta villa como punto de partida, lo que les garantiza cubrir el mínimo necesario de 100 kilómetros para obtener la Compostela.
El día 17 la capacidad de los establecimientos se quedó pequeña, por lo que se tuvo que recurrir a las instalaciones deportivas para dar cobijo a los peregrinos. El Concello abre el pabellón de los institutos para alojar a los caminantes cuando los albergues y demás establecimientos tienen cubiertas las plazas para pernoctaciones.
«Eses días estivo todo cheo, abrimos as outras instalacións porque a xente non tiña onde durmir», apuntaron fuentes municipales.
La Semana Santa suele ser uno de los períodos preferidos por los españoles para realizar el Camino, aunque este año también se produjo una importante afluencia de peregrinos del resto de Europa. «Foi similar a outras Semanas Santas. Foi unha boa semana. O primeiro fin de semana foi bo e a medida que avanzaba a semana foi baixando», señalaron.
Los alojamientos de A Mariña sufrieron cancelaciones de última hora por las lluvias
Muchos establecimientos de A Mariña registraron una ocupación notable durante las jornadas principales, entre el miércoles y el sábado santos, aunque la lluvia provocó cancelaciones y redujo la estancia de los visitantes.
Algunos negocios se resintieron por el mal tiempo, lo que motivó anulaciones de última hora, sobre todo de personas procedentes de la propia comunidad gallega.
La meteorología adversa no hizo mella, en cambio, entre los turistas de Asturias, Castilla y León, Barcelona, Madrid o País Vasco.
Las consultas en las oficinas de turismo de A Mariña se incrementaron con respecto al año precedente. El aumento más significativo se produjo en Ribadeo, que registró 2.340 demandas, lo que supone una subida de más de mil personas, debido sobre todo a la atracción que despierta la playa de As Catedrais entre los turistas. En Foz también se duplicaron las visitas en relación a 2010 y en Viveiro experimentaron un alza leve, hasta situarse en 4.221 visitantes.
