La plantilla de Clesa cubrió la primera etapa entre Caldas y Valga
Cualquier razón es buena para hacer el Camino de Santiago. Motivos religiosos, espirituales o culturales suelen ser los más habituales para echarse la mochila al hombro y lanzarse a andar. A ellos se sumó ayer otro argumento para peregrinar, el laboral reivindicativo de los trabajadores de la planta de Clesa en Caldas. La plantilla recorrerá, en tres sábados consecutivos, unos 42 kilómetros para reclamar que se mantenga la actividad en la fábrica láctea y se garanticen los 150 puestos de trabajo.
La comitiva, formada por unas cien personas entre empleados, familiares, amigos y políticos, partió pasadas las nueve de la mañana desde las puertas de la fábrica láctea del grupo Nueva Rumasa. Por delante algo más de tres horas para cubrir unos 14 kilómetros, los que separan la planta ubicada en la parroquia de Saiar del vecino municipio de Valga siguiendo la ruta jacobea.
Los participantes eligieron para la ocasión una camiseta blanca con el anagrama de la vaca de Clesa. Entre los asistentes no faltaron todos los portavoces de los grupos políticos locales. La etapa tuvo su fin ante el Concello de Valga.
«El objetivo es llegar a Santiago y que se nos vea para que este problema en el que estamos metidos no se olvide. También queremos agradecer el esfuerzo grandísimo que están haciendo proveedores y clientes», comentó horas antes de la salida la presidenta del comité de empresa, Lola Ramos. La plantilla tuvo un recuerdo especial para dos trabajadores que se recuperan de un infarto, Manuel Fernández y Manuel Rajoy. Este último, que es concejal del PP, asistió el viernes al pleno del Ayuntamiento con el que se cerró el mandato.
La movilización de los trabajadores, a los que se adeudan cinco nóminas, se produce cuando sigue pendiente la solicitud de concurso voluntario de acreedores para Clesa. La segunda etapa será el sábado 7, entre Valga y San Martiño de Osebe, en el municipio de Teo con salida en bus desde la fábrica de Caldas.
