Apostol

Una de peregrinos en prácticas

28 mayo 2011 / Mundicamino

Recorren el sendero de Los Molinos que llega hasta Jimena, para prepararse para el Camino de Santiago. Desde las 10:30 y hasta las 16:00 horas, el grupo atravesó el Parque Natural de Los Alcornocales y disfrutó de las vistas.

Aún sin capa y cruz de peregrino; aún sin cartilla que sellar en cada fin de etapa; aún sin una mochila gigante donde quepan zapatos y ropa. De eso, todavía nada. Pero, mientras tanto llega el momento, habrá que practicar para largas jornadas de andares norteños. Así lo decidió un

grupo de senderistas de Sevilla, que acudió el pasado fin de semana al Parque Natural de Los Alcornocales, con el objetivo de recorrer una de sus rutas y prepararse de esta forma para el Camino de Santiago que emprenderán en verano.

Antes de un imprevisto cambio de planes, el itinerario estaba claro: recorrer el sendero de Los Molinos, que llega desde Alcalá de los Gazules a Jimena de la Frontera. «Era un trayecto fácil y, por ello, nuestro guía decidió que nos desviáramos un poco. Nos salimos del camino y comenzamos a atravesar maleza, pasando por cascadas, lagunas y hasta tuvimos que cruzar un río», relata una de las componentes del grupo, quien cuenta como almorzaron después en uno de los molinos abandonados de la zona. «Había hasta murciélagos colgando», afirma.

De esta forma, desde las 10:30 y hasta las 16:00 horas aproximadamente, los quince senderistas transitaron por caminos que, en otra época, utilizaran contrabandistas y estraperlistas. «También se movían por allí muchos bandoleros», explica otro de ellos.

Y, evidentemente, en todas las iniciativas de características no puede dejar de reservarse un tiempo para el buen comer, para la charla y la conversación más amigable. Y para las anécdotas de otras escapadas y para las nuevas, las de ese día, que ya se contarán en otra ocasión. Como, por ejemplo, que en la venta que tomaron para tomar café no había máquina -lo más habitual actualmente- y que el dueño lo hizo de «puchero». O que, al cruzar el río, uno de los componentes del grupo perdió la gorra. O que pararon en un lugar denominado Pan Triste. «Al que, según nos dijeron, le llamaron así porque antes no tenían ni para comer y el pan que hacían era de miga negra», relata una de las senderistas.

Ahora echan la mirada al norte, calculan distancias y planean rutas. Ahora hablan de Santiago, de un famoso camino que dicen que pasa por allí; pero antes recorrieron Los Alcornocales, como peregrinos en prácticas.