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Encarcelado el detenido por violar en Pontevedra a una peregrina estonia

29 mayo 2011 / Mundicamino

La víctima, que ya regresó a su país, se defendió con un espray de pimienta.

El pontevedrés de 20 años detenido el pasado martes por agredir sexualmente a una peregrina estonia ha sido recluido en el centro penitenciario de A Lama. El juez de guardia decretó su inmediato ingreso en prisión tras tomar declaración al sospechoso y conocer los pormenores de lo ocurrido.

El asalto se produjo a plena luz del día en el entorno de las marismas de Alba, concretamente en Ponte das Cabras. Era la una menos cuarto de la tarde cuando la víctima fue abordada por un individuo joven con la intención de forzarla, según confirmaron fuentes policiales. La mujer, que este año cumplirá 21 años y que realizaba el Camino de Santiago en solitario, se resistió todo lo que pudo. Además de arañar y golpear a su atacante, le roció el rostro con un aerosol antivioladores, o de pimienta. Pese a sus esfuerzos, no pudo impedir que se produjera la agresión.

Minutos después del asalto, varias dotaciones de la Policía Nacional se personaron en el lugar. Tras recabar los datos del agresor, otros compañeros de la comisaría dieron una batida por las inmediaciones. Así, pudieron localizar al sospechoso, que, según trascendió ayer, aún tenía los ojos irritados por la acción del espray.

Uno de los extremos que más sorprendió a los investigadores fue que el pontevedrés no tiene ni un solo antecedente policial. En todo caso, al parecer, fue identificado por la víctima. Por su parte, esta fue trasladada a un centro sanitario de Pontevedra, donde le realizaron una serie de pruebas y se tomaron muestras para los análisis genéticos. La policía se puso en contacto con una organización eclesial de monjas para que pernoctase en la ciudad del Lérez, población que ya ha abandonado para retornar a su país de origen.

La barrera idiomática

Fuentes policiales extraoficiales, por otro lado, apuntaron ayer que este caso resultó paradigmático, por constatar hasta qué punto puede ser problemática la barrera idiomática. Así, indicaron que la joven solo hablaba estonio e inglés, por lo que algunas de las personas que pudieron haberla socorrido no comprendieron el alcance de lo que había ocurrido.