Apostol

Parada y fonda del peregrino

21 febrero 2012 / Mundicamino

La oferta del reciente albergue se ampliará con un hostal y un restaurante.

De los de Moratinos de toda la vida duermen a diario en el municipio apenas una veintena de vecinos, pero ciudadanos del mundo, cada día más. Desde que hace un mes se abriera el Hospital de San Bruno, un albergue para peregrinos, las visitas a Moratinos son constantes. Y esas visitas, que se traducen en estancias, han otorgado a la localidad una vida y un ambiente que antes no tenía. Sigue siendo un punto en el Camino de Santiago, pero antes sus peregrinos no se detenían, por lo que los vecinos de Moratinos apenas se enteraban de lo internacionales que pueden llegar a ser.

Ahora es parada y fonda, y más lo va a ser en breve. Y es que dentro de uno o dos meses, se abrirá otro hostal, con lo que aumentará la oferta, que no se detiene ahí, ya que para finales de año está prevista la apertura de un restaurante, para lo que se recuperará una de las típicas bodegas.

Los promotores de estos establecimientos hosteleros han pensado que Moratinos se encuentra en un punto geográfico importante, bien comunicado por carretera, y que hay que aprovechar este potencial. «Ya no hay distancias, como hace veinte o treinta años, y estamos al lado de Palencia, de Sahagún, de Santander…, y en poco tiempo nos ponemos en cualquier ciudad, porque estamos en un lugar estratégico», afirma convencido su alcalde, Esteban Velasco, que también justifica la repentina y amplia oferta hostelera con el declive de la agricultura en una zona de campo como es Moratinos.

Por lo demás, el municipio ha renovado en estos años la red de abastecimiento, igual que la de San Nicolás del Real Camino, localidad que depende de Moratinos, y se van arreglando las calles poco a poco.