Apostol

Los médicos deberían recetar zapatillas

07 junio 2011 / Mundicamino

Caminante fanático, a sus 67 años ha impulsado un grupo senderistas en la Universidad de Mayores.

Lo que le gusta es andar. Ha hecho el Camino de Santiago siete veces – «pero el de 800 kilómetros», matiza-, la última vez en 2009 desde Francia. Ahora tiene 67 años, estudia tercer curso en la Universidad de Mayores y en noviembre impulsó un grupo de senderistas de avanzada edad que están encantados con el descubrimiento de una actividad que él ya promovió en Badajoz como co-fundador del Club del Caminante.

¿Andar engancha?

Sin duda, como cualquier deporte. La base del cerebro genera endorfinas que producen felicidad, por eso en los grupos que hacemos hay siempre tan buen ambiente.

¿Qué tipo de rutas hace con los alumnos de la Universidad de Mayores?

Son sencillas, de un par de horas de duración. Cuando empezamos eran una vez a la semana, pero ahora me están diciendo que programe dos a la semana. Solemos ir entre quince y veinte personas por los alrededores de la ciudad. Quedamos a las nueve de la mañana en la parroquia de San José y cogemos los coches para ir, por ejemplo, a Tres Arroyos o la zona del río Caya. Allí está uno de los mejores rincones de la ciudad y lo curioso es que los pacenses de toda la vida no los conocen. Quedan asombrados. ¿Sabes que pasa? que el grupo va creciendo y si de momento no vienen más es porque muchos abuelos están condicionados porque tienen que cuidar de sus nietos.

¿Percibe cambios en la gente que acude con asiduidad a las rutas?

Claro. El otro día una señora de 74 años me dijo que estaba muy contenta porque desde que camina dice que se encuentra mucho mejor durante el resto del día haciendo las labores de la casa. Otras personas me confiesan que para ellos era impensable hacer las caminatas que hacen ahora.

Ahora que llega el verano habrá que tomar precauciones …

Claro, el calor hay que evitarlo. de hecho quedar a las nueve ya me parece demasiado tarde. Otra cosa que observo es que muchas personas suelen andar por la ciudad, por ejemplo la ruta que llaman ‘de los puentes’ y que yo detesto por el ruido de los coches y también porque pisar por suelo duro como el de una acera va fatal para las rodillas y articulaciones en general, sobre todo para personas obesas. Se debe caminar por tierra. Veo a la gente por la avenida de Elvas y no me explico cómo no eligen los caminos que hay paralelos a sólo unos metros.

¿Cada vez anda más gente en Badajoz?

Sí. La gente se ha dado cuenta de que caminar es una medicina preventiva muy importante. Los médicos lo recomiendan para todo, para el colesterol, para el estrés, para la diabetes … yo digo últimamente en broma que en las recetas debería incluirse un par de zapatillas.

Recientemente se han señalizado senderos de Gran Recorrido (GR) que pasan por Badajoz, ¿qué opina, los ha transitado ya?

Yo soy muy crítico. Ahora que se han cargado muchas cañadas reales las administraciones hacen lo que llaman Caminos Naturales. Yo llamé una vez a la Consejería que regula las vías pecuarias para explicarles que la señalización era absurda porque los hitos apenas alcanzan los 30 centímetros y los tapan los matorrales. En cuanto al GR 114, que pasa por Badajoz y sigue el Guadiana enlazando las Lagunas de Ruidera con Ayamonte, me propuse hacer una parte, pero ya me advirtieron que aún no está terminado, no sé si es una cuestión de desbroce, de señalización o de eliminar las alambradas que cortan el paso.