San Juan de Ortega volvió a congregar a más de 3.000 personas, vecinos de los alrededores del santuario, uno de los hitos más desatacados del Camino de Santiago. Hasta 20 estandartes de los diferentes pueblos, con sus respectivos portadores se citaron media hora antes del inicio de la procesión, fijada este año para los 12.00 horas, momento en el que partía desde la iglesia. EL maestro de ceremonias y canónigo de la catedral Ildefonso Asenjo guió con los cantos, gozos y loas al «glorioso San Juan de Ortega» a una enorme comitiva encabezada por los pendones. Y como marca la tradición, la procesión la cerró la diminuta talla del santo portada en andas por los vecinos de Villaescusa la Sombría, Fresno de Rodilla, Cerratón de Juarros y Turrientes.
Tras el paseo por los alrededores del templo, los porta estandartes hicieron el pasillo de honor al santo. Con la entrada en la iglesia comenzó la misa, presidida este año por el delegado del Clero, Jesús Yusta, acompañado de media docena de concelebrantes, sacerdotes de la comarca.
El pueblo, apenas una docena de casas diseminadas por el campo, nació al calor de una capilla y albergue allí establecidas en torno al año 1115 por San Juan de Ortega, que era natural de Quintanaortuño, pueblo que le honra, también, acudiendo a esta cita el primer fin de semana de junio. Juan de Ortega nació en 1080 y se convirtió, desde muy joven, en fiel colaborador y discípulo de santo Domingo de la Calzada, y quedó a su muerte al cuidado de las obras que el santo había emprendido. También los arquitectos técnico estuvieron presentes en San Juan de Ortega porque tienen al primer santo constructor como patrón de su oficio.
Interés turístico
Una fiesta que busca ser declarada de Interés Turístico Regional, algo que la Junta de Castilla y León también persigue, como el mismo alcalde de la pedanía y de Barrios de Colina, José Manuel Pérez.
Por lo que se refiere al viejo monasterio aledaño al templo, siguen los estudios arqueológicos dentro de los trabajos de restauración del cenobio. Hace dos años, la Junta de Castilla y León, Arzobispado de Burgos y Caja de Burgos firmaron el convenio para su recuperación. Han transcurrido ya dos años de trabajo, de los cuatro que está planificado que durara la actuación para convertir el cenobio fundado por el santo en un gran complejo cultural que pasará a ser albergue de peregrinos, centro de documentación e investigación jacobeo y centro asistencial.
