Apostol

¿A Santiago? ¡Por Beasain!

19 junio 2011 / Mundicamino

La localidad goierritarra ha abierto un hospital de peregrinos en el conjunto igartza.

Cuando hablamos del Camino de Santiago siempre nos vienen a la mente el Camino Francés y localidades como Roncesvalles o Santo Domingo de la Calzada, pero hay otros muchos caminos y municipios con larga tradición. Por ejemplo, el Camino Vasco del Interior y Beasain. El municipio goierritarra acaba de abrir un hospital de peregrinos en el conjunto Igartza. Es un albergue precioso y, al estar situado en un conjunto monumental de la Edad Media, el peregrino siente haber viajado a los orígenes de la peregrinación.

El albergue está situado en la vivienda del molinero y cuenta con todos los servicios necesarios: baños, dos habitaciones con una veintena de camas y una cocina equipada. También tiene una sala de estar, lugar en el que el urretxuarra afincado en Beasain Antonio Jarit explicó con detalle el proyecto.

Jarit tiene 52 años y su amor por el Camino de Santiago nació de la mano de unos amigos. «En 1993 hicieron el Camino saliendo desde Beasain. Volvieron tan contentos que escribieron un libro contando sus vivencias. Me picó la curiosidad y en 1997 comencé a recabar información sobre el tema. Fui a Santiago por vez primera en 1999».

No quiere decir cuántas veces ha vuelto, pero dice que todos los años hace el Camino «de una forma u otra»: bien caminando o bien trabajando de hospitalero. No desea personalizar, por lo que no quiere decir qué es lo que le ha aportado a él esta experiencia. «Son cosas personales. Cada uno tiene su experiencia. Creo que el Camino toca la fibra a todos y es adictivo: el contacto con la gente, con la naturaleza… Sirve para darse cuenta de que no hace falta mucho para vivir. El Camino no se hace a la ida sino a la vuelta: a todos nos transforma un poco».

Jarit decidió agradecer al Camino todo lo que le ha dado participando en la Asociación de los Amigos de los Caminos de Santiago de Gipuzkoa. Lamenta que la peregrinación se ha «masificado y adulterado» y recuerda que hace sólo tres décadas eran apenas una docena las personas que peregrinaban a Santiago a pie, mientras que ahora lo hacen unas 300.000 al año. «Antes se dormía donde se podía y el peregrino agradecía todo cuanto el daban. Hoy en día muchos peregrinos exigen servicios. En las épocas estivales se desvirtúa. Eso sí, el Camino está ahí para todos y cada uno que lo haga como quiera. Espero que a todos les aporte algo y no se queden con el envoltorio».

El Camino Vasco del Interior es una buena opción para encontrarse con el espíritu original, pues no está masificado. Eso sí, es un camino tan válido como cualquier otro. Jarit recuerda que la relación de Gipuzkoa con el Camino es muy estrecha. La ruta pasa por Irun, Hernani, Andoain, Tolosa, Ordizia, Beasain, Segura, Zerain y Zegama (entre otras localidades) y en todas partes hay referencias a la peregrinación: el puente de Santiago, vieiras en las ermitas, hospitales de peregrinos… Basta decir que un documento que se encuentra en el Obispado se recoge que una peregrina dio a luz en Beasain. Los padrinos de la criatura fueron el ferrero de Igartza y su mujer. Jarit defiende que en una época esta ruta era más importante que el Camino Francés.

La Asociación está impulsando las rutas que pasan por Gipuzkoa, pero Jarit aclara que el peregrino debería salir de su casa, por lo que hay tantos caminos como peregrinos. «Antes salía de casa e iba por donde podía, buscando lugares seguros. Después se incorporaba a la ruta más común», concluye.

Hoy en día los peregrinos no corren peligro y salen de casa con todo bien atado: Jarit y sus compañeros ofrecen información referente al Camino los jueves, de 19.30 a 21.00, en el albergue de Beasain. Además, el 25 de julio la asociación celebrará su fiesta anual en la localidad goierritarra y el 30 ofrecerá una conferencia en el palacio Igartza.