Apostol

Llegan a Santiago tras 35 años dando la vuelta al mundo

12 julio 2011 / Mundicamino

Los peregrinos italianos Aldo y Franco defienden un Camino «más espiritual»

Aldo Bovio y Franco Chittó son dos trotamundos italianos que acaban de realizar el Camino Francés, y estuvieron estos días por la capital gallega tras finalizar su periplo. En un viaje a Argentina junto a sus familias se dieron cuenta de que les unía una misma pasión por recorrer el mundo, y así comenzaron a viajar sistemáticamente.

Ellos se reafirman en la práctica de hacer turismo en compañía, y así lo han practicado en un auténtico récord de viajes. Su evidente espíritu aventurero les ha llevado a recorrer medio mundo. Ahora sólo «falta Australia», señala Franco. Desde 1975 han viajado a Estados Unidos, México, Argentina, Perú, Chile, Bolivia, Brasil, Libia, Siria, Marruecos, Egipto, Jordania, Israel, Sudáfrica, India, Uzbekistán, Asia Central, Nepal, Birmania, Europa, Rusia… son destinos que han recorrido juntos, lo que da idea de que no han estado precisamente parados en los últimos años.

Para estos dos italianos, según nos comenta Franco, la Vía Francígena, que une Canterbury-Roma-Santiago tiene una gran relevancia y, de alguna forma, hoy han reivindicado esa historia común que une Europa y que se encuentra en el Camino del Norte.

En la actualidad están jubilados y esto les permite viajar con más frecuencia. El Camino de Santiago supone para ellos una aventura marcada por razones culturales, místicas, sociales y espirituales. Eso sí, para Aldo la oración ha estado presente durante todo el camino ya que él es católico practicante.

Ambos admiten que lo mejor que han vivido en este viaje es «la fuerza para proseguir» que une a todos los peregrinos que se han encontrado. En este sentido, Aldo y Franco reclaman un mayor respeto hacia «las razones espirituales, seculares e históricas» que guían a muchos peregrinos y señalan con pesar una posible extinción de las mismas en un mar de «merchandaising».