Apostol

Las chinches cierran el albergue de Najera

17 julio 2011 / Mundicamino

El centro para peregrinos estará tres días clausurado para ser fumigado.

La presencia de un pequeño grupo de chinches obligó ayer al Ayuntamiento najerino a ordenar el cierre durante tres días del albergue de peregrinos, que gestiona la asociación local de Amigos del Camino de Santiago.

Según el concejal responsable, Diego Rodríguez Carrillo, la cifra de insectos «era pequeña, pero tenemos testimonios de que en Logroño y Navarrete también tenían problemas, por lo que hemos acordado este cierre puntual». No obstante, los peregrinos que lleguen a Nájera no tendrán problemas de alojamiento. Desde el Consistorio se han dado instrucciones para habilitar el frontón municipal como dormitorio estos tres días y se ha dado aviso al resto de albergues riojanos del Camino, así como a los albergues privados que hay en Nájera para que estén preparados para acoger un incremento de pernoctaciones.

Tanto en el albergue municipal de Logroño, como en el que gestiona la Asociación de Amigos del Camino en Navarrete han negado que estén afectados por estos insectos y han garantizado que vigilan celosamente su aparición, por lo que no han tomado ninguna medida «porque sólo fumigamos cuando los detectamos», según explicaba un responsable del de Logroño.

Estas incidencias suelen ser habituales por la gran cantidad de personas que se alojan en estos establecimientos y porque no todo el mundo mantiene las mismas normas de higiene.

Incidencia recurrente

Ya el año pasado los albergues de Logroño y Nájera tuvieron que cerrar unos días a causa de una plaga de chinches. En el caso de Nájera, el cierre fue un verdadero caos, porque la asociación que lo gestiona no avisó previamente del cierre ni al Ayuntamniento, ni a la oficina de turismo.

En consecuencia, decenas de peregrinos que fueron llegando a la capital del Najerilla se encontraron con el albergue cerrado y sin alternativas públicas de alojamiento. En aquel caso, en el mismo día, el Consistorio logró habilitar el polideportivo Sancho III, en Sán Lázaro, para que los peregrinos pudieran ducharse y dormir, pero se suspendieron las actividades deportivas o se trasladaron a otros lugares.