El vicepresidente de la República Dominicana y el ministro de Industria ya forman parte de esta insigne sociedad.
El Capítulo General de la Orden del Camino está dedicado este año a la República Dominicana y ayer se celebraron los principales actos del mismo. Así, por la mañana los miembros de la orden y una delegación del país caribeño asistieron a misa en la Catedral.
La eucaristía fue oficiada por el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, y la ofrenda al Apóstol Santiago corrió a cargo del vicepresidente constitucional de la República Dominicana, Rafael Alburquerque de Castro.
En su intervención recordó su primera visita a la capital gallega. «En enero de 2007 estuve por primera vez en Santiago de Compostela. Desde entonces el recuerdo de las pequeñas rúas de la vieja ciudad, con sus edificaciones románicas, góticas y barrocas, me hicieron soñar con el retorno, y la morriña por Santiago me mortificó a cada instante con una voz insistente e imperiosa que me ordenaba volver para contemplar de nuevo el extraordinario Pórtico da Gloria, escuchar el canto triste de la gaita y apreciar una vez más la hospitalidad calurosa de sus habitantes».
Además, se mostró muy agradecido por este homenaje. «Si aquella fue una visita que dejó huellas profundas, esta, además de inolvidable, me impone un compromiso de agradecimiento y respeto a Santiago, Galicia, sus autoridades y su pueblo, pues la Fundación Orden del Camino de Santiago dedica su Capítulo General de este año a mi país, la República Dominicana».
Un poco más tarde realizaron un tramo del Camino en O Pino y ya por la tarde tuvo lugar el acto solemne de investidura de nuevos Caballeros y Damas de la Orden del Camino, que se celebró en la iglesia de Santo Domingo de Bonaval.
En este acto fueron investidos como nuevos caballeros de la Orden del Camino el vicepresidente de la República Dominicana, Rafael Alburquerque, y el ministro de Industria y Comercio, Manuel García Arévalo. Tras esta ceremonia los miembros de la orden realizaron un recorrido por el casco histórico, que culminó con un cena de gala celebrada en el Hostal.
