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Un caballo «peregrino» (des)anda el Camino

07 agosto 2011 / Mundicamino

Nervioso, con molestias intestinales pero perfectamente orientado. Un caballo, miembro de una expedición asturiana de peregrinos, desanduvo a primera hora de la mañana de ayer un tramo del Camino Portugués a Santiago que había realizado el día anterior. El equino se escapó del campamento montado en la parroquia de Alba en el que una decena de jinetes y caballos pernoctaban y alternando galope y trote enfiló A Santiña, el puente de O Burgo y la calle Real hasta la fuente de Os Tornos en donde fue localizado. «Fue el último sitio en donde ayer bebió» explicó su cuidador.

«No está bien, de hecho hoy mismo (por ayer) tiene concertada una cita con el veterinario de Caldas a donde llegaremos esta mañana y por eso se escapó». El cuidador del caballo «peregrino» que a primera hora de la mañana se paseaba por la ciudad justificaba la actuación del animal, que esperaba atado a una cuerda en la plaza de Valentín García Escudero a que lo recogiesen. Mientras tanto daba buena cuenta de la hierba que tenía a su alcance.

Por segunda vez en apenas un mes, la Policía Local tuvo que capturar a un caballo en el casco urbano aunque en esta ocasión no era un animal salvaje, sino un equino con un propietario preocupado en localizarlo.

Varios ciudadanos llamaron a la Jefatura de la Policía Local alertando del paso de un caballo, mientras que su dueño hacía lo propio dando la voz de alarma sobre su desaparición.

No es habitual que un animal de este tipo se separe del grupo pero tenía problemas de tránsito intestinal lo que lo tenía muy alterado, explicaba su cuidador, uno de los integrantes de la expedición de Avilés que se dirigía a Compostela desde Tui.

El caballo realizó el recorrido inverso al que había hecho apenas 24 horas antes lo que deja de manifiesto su buena memoria, señalaba con un deje de orgullo su propietario que confiaba en poder llegar con él a Santiago sin mayores problemas.

Jinetes y caballos habían acampado en las inmediaciones de la iglesia parroquial de Alba desde donde tenían previsto reanudar la marcha. Sin embargo el equino huido retrasó su programación ya que emprendió el camino de regreso y lo hizo siguiendo la ruta jacobea. Que se detuviese en la fuente de Os Tornos no es casual, apunta su cuidador, ya que fue aquí la última parada que había hecho el animal el día anterior para beber.

Los miembros de la expedicicón bromeaban con el lema de la ciudad «Ponteveda é boa vila, da de beber a quen pasa»: lo hace «no sólo una, sino todas las veces que sea preciso». Otros, en clave musical, apuntaban a que «no estaba en casa, estaba de parranda».