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Un alemán recorre Europa a lomos de un caballo andaluz

12 agosto 2011 / Mundicamino

El jinete Peter Ritz pretende culminar la Ruta Xacobea con éxito en los próximos días.

La peregrinación de Peter Ritz a lomos de Corvacero comenzó en Estepona cuando escogió a un caballo andaluz como compañero de viaje para recorrer la Vía de la Plata.

Este peregrino alemán decidió hace unos meses recorrer los caminos más históricos de Europa. Su peregrinación a caballo, una vez culminada, habrá alcanzado los 6000 kilómetros cuando llegue a su destino final, la ciudad alemana de Gorlizt, que le ha patrocinado con motivo del 940 aniversario de su fundación.

La Vía de la Plata desde el Sur de España y la Vía Regia, una ruta histórica que va desde el oeste al este de Europa, y de reconocida importancia comercial, son las rutas elegidas para esta peregrinación.

La presidenta de la Asociación Planeta Animal, Johanna Mayhofer, en declaraciones a Radio Obradoiro, explicó que Peter Ritz entró en contacto con la asociación pues era conocedor de una iniciativa anterior llevada a cabo por la organización en el mes de abril.

El proyecto de la asociación, que se puede entender como precedente del que aborda Peter Ritz, se trataba de una peregrinación singular de la que formaban parte un caballo, un poni, dos burros, diez perros y varias personas de diferentes nacionalidades unidas por el afán de concienciar en el respeto y en el amor por los animales.

Ante la iniciativa de Peter, la presidenta de Planeta Animal se ha mostrado muy entusiasmada. «Es fantástico cómo aborda el proyecto con el caballo». Afirmó además que la empresa alemana Horse Projects, que fomenta excursiones a caballo a larga distancia, ha respaldado tambien la aventura de Peter.

La preparación del caballo para esta larga peregrinación ha tenido en cuenta «el equilibrio entre la alimentación, el agua y el ejercicio para que el caballo aumente su musculatura», según comenta Mayhofer. Los mimos a Corvacero por parte de su amo no han faltado en todo momento, y así, » cuando el caballo necesita una pausa, él la hace», revela Johanna.