Apostol

En la Ruta he visto poco respeto por la naturaleza

16 agosto 2011 / Mundicamino

Una joven coreana se muestra pasmada por la poca conciencia ambiental entre los europeos.

Sewon Na es una joven de Corea del Sur. Vive en Seúl, donde estudia el tercer curso de Económicas. A principios del mes pasado decidió salir de la capital coreana, coger un avión a París y desde allí viajar en tren hasta la localidad de Saint Jean Pier de Port, donde comenzó totalmente en solitario el Camino Francés.

Este año se está constatando un aumento de peregrinos procedentes de destinos éxoticos. Desde el albergue de Belvís confirman que todos los años llegan a Santiago peregrinos procedentes de Corea.

Sewon, a sus 21 años, ya ha tenido el arrojo necesario como para venirse de tan lejos a realizar su particular hazaña y culminarla sin apenas percances, solo picaduras de chinches que confiesa que le atacaron en un albergue cerca de Astorga. En su viaje en solitario, esta peregrina ha observado cierta «falta de ética» con el medio natural por parte de muchos jóvenes europeos, lo cual le ha asombrado bastante y desconcertado. «No entiendo cómo la gente arroja la basura y se queda tan tranquila». La poca sensibilidad hacia la naturaleza ha sido uno de los aspectos que más le han asombrado de forma negativa. Confiesa que cuando caminaba y presenciaba cómo muchos peregrinos arrojaban deshechos al Camino, como latas o papeles, la joven se entristecía por la poca concienciación que existe sobre el futuro en materia de medio ambiente entre muchos peregrinos.

La experiencia del Camino le ha supuesto valorar ciertos gestos de solidaridad, además de la oportunidad para conocer gente de otras culturas. Sewon estudia en la universidad Kookmin de Seúl, y afirma que allí hay muy buen ambiente, que enfrente de la universidad se ven las montañas y que cuando empieza el buen tiempo se puede ver a la gente sentada en los parques aledaños a la institución académica disfrutando de la naturaleza en los días soleados. Aún así, la joven confiesa que los coreanos, por norma general, «prefieren disfrutar de la naturaleza a la sombra». Una de las aspiraciones de la peregrina es acabar la carrera para poder dedicarse al Comercio Internacional, una especialización de la titulación de Economía que cada vez está cobrando más auge entre el alumnado coreano, según nos revela Sewon.

El 22 de agosto volverá a Corea, donde contará a su familia esta enriquecedora experiencia.