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Los polluelos que nacieron en la Catedral – Viajeros España

16 agosto 2011 / Mundicamino

Matteo Gaffoglio nos trae esta entrañable anécdota: tras una década sin criar, el gallo y la gallina de la Catedral de Sto. Domingo de la Calzada se animaron a traer al mundo unos polluelos.

En Santo Domingo de la Calzada, la notable pareja formada por un gallo y una gallina, protagonistas del más famoso de los milagros atribuidos a Santo Domingo, y que los lugareños conmemoraron el pasado 19 de julio de 2011 en la Catedral, decidió aumentar la familia con seis lindos polluelos, un auténtico acontecimiento ya que hacía una década que no criaban.

Todas las televisiones y prensa han dado gran relieve al feliz evento atrayendo no sólo a los peregrinos de la ruta jacobea, sino también a muchísimos curiosos entre los calceatenses y los turistas. El autor de estas líneas en su viaje por España hizo lo propio: me desplacé expresamente hasta Santo Domingo de la Calzada porque, a pesar de que ya conocía la localidad, no pude resistirme tras ver la noticia de los polluelos por la TVE.

Durante la entrevista, el párroco de la Catedral Don Paco (Francisco José Suárez), afirmó: “Ha sido un evento singular e importante, porque es muy difícil que el gallo y la gallina tengan polluelos dentro la catedral, ya que las aves se van cambiando cada quince días aproximadamente. Se hace así porque no es recomendable tenerlos más tiempo, dado que las reducidas dimensiones del gallinero pueden llegar a estresar muchos a los animales. No es extraño, puesto que esta Catedral es el único templo católico del mundo que alberga animales vivos en su interior. En los primeros días vimos que el gallo andaba tras la gallina, y que ésta pronto se puso clueca y a incubar los huevos; por lo que optamos por dejarlos más tiempo, a ver si salían. Y salieron. Los turistas están encantados ante esta feliz noticia y también nosotros, en referencia a un relevo generacional que asegura la estirpe de aves blancas y la perpetuación del milagro con su recuerdo visual y auditivo”.

El milagro del peregrino ahorcado

Según la tradición, entre los muchos peregrinos compostelanos que hacen alto en esta ciudad para venerar las reliquias del Santo Domingo de la Calzada, llegó un matrimonio alemán y su joven hijo de dieciocho años, llamado Hugonell. Al llegar a Santo Domingo se hospedaron en un mesón. La hija del posadero se enamoró del joven pero, al no ser correspondida, decidió vengarse ocultando una copa de plata en el equipaje del joven. Cuando éste abandonó la ciudad, la muchacha denunció el robo. Al ser capturado, se encontró la copa entre sus pertenencias, por lo que fue acusado de robo y condenado a la horca. Al día siguiente, sus padres, antes de emprender el viaje, fueron a ver el cuerpo de su hijo, quien sorprendentemente estaba vivo y les dijo: “El bienaventurado Santo Domingo de la Calzada me ha conservado la vida contra la rigurosa cuerda … dad cuenta de este prodigio”.

Los padres acudieron a contar el suceso al corregidor de la ciudad. Pero éste, escéptico, comentó que el joven está tan vivo como el gallo y la gallina asados que se disponía a comer. Al instante, las aves recuperaron las plumas y la vida, dando fe del portentoso milagro. De ahí el dicho: Santo Domingo de la Calzada que cantó la gallina después de asada.

En recuerdo de ese famoso milagro, dentro de la Catedral existe un gallinero con una pareja de animales vivos. Encima del gallinero se conserva aún un trozo de madera y debajo de ésta, un cartel advierte: “Esta madera es de la horca del peregrino”. El gallinero se encuentra en el brazo meridional del crucero, frente al sepulcro del Santo, cuya construcción de piedra, posteriormente policromada, que se remonta al 1460 y es una obra gótica

La construcción de este gallinero está ligada a la historia del Santo Fundador de la ciudad. Se pretende conmemorar así el milagro del Ahorcado, uno de los milagros más importantes del Camino de Santiago

Pero no sólo visité los polluelos, en mi ruta por los Paradores, también estuve en el de Santo Domingo, claro. Os lo contaré esta semana que viene