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Cáceres pierde la visita de peregrinos por la sucesión de albergues cerrados

07 abril 2016 / Mundicamino

Permanecen sin abrir los alojamientos de San Gil, Alcuéscar, Garrovillas de Alconétar y Hervás, y los peregrinos optan por el Camino portugués.

En Semana Santa es cuando los peregrinos empiezan a invadir los caminos tradicionales que conducen a la tumba del apóstol Santiago, en Compostela. Sin embargo, algunos de los que empiezan a planificar su viaje para hacer etapas a lo largo de la Vía de la Plata por la provincia cacereña han desistido al comprobar en internet la sucesión de albergues para peregrinos que permanecen cerrados.

La alternativa que eligen es hacer el Camino por Portugal, que es uno de los cinco caminos jacobeos con más fama, además del Francés, el del Norte, el Inglés y el ‘cacereño’ de la Vía de la Plata.

La situación no ha variado demasiado respecto a hace un año. En 2015, los peregrinos ya se quejaban públicamente de que se encontraban cerrados tres albergues gestionados por la Junta de Extremadura: el del embalse de Alcántara, ubicado en el término municipal de Garrovillas de Alconétar; el de Oliva de Plasencia, cerca del Arco de Cáparra; y el de Hervás, muy conocido por tener la peculiaridad de estar ubicado en el antiguo muelle de carga de la estación de ferrocarril.

Entonces, el Gobierno regional dijo que esperaba abrir esos tres establecimientos lo antes posible. Sobre el del embalse de Alcántara, que tiene capacidad para 28 personas y en su día supuso una inversión de 453.000 euros, indicó que estaba en obras, la misma situación que el de Oliva de Plasencia, en el que podían alojarse 14 peregrinos.

Sobre el de Hervás, que cuenta con 22 plazas, indicó que se había mejorado el sistema de refrigeración, que se sacó a licitación y la persona que se había quedado con su gestión lo abriría posiblemente en mayo del 2015.

Ha pasado un año y la Junta ha confirmado a este diario que de los tres, sólo está abierto al publico, desde el pasado mes de octubre, el de Oliva de Plasencia.

Los de Hervás y Garrovillas de Alconétar permanecen sin uso porque «se encuentran en finalización de obras o iniciación de adjudicación de las mismas». «En cuanto estén las obras mencionadas, se podrá realizar licitación pública durante el segundo semestre del año», añaden fuentes de la Junta.

«Se están cargando el Camino de Santiago por la provincia de Cáceres, con todo lo que se trabajó por parte de la Junta de Extremadura desde el año 2003», se lamenta Carlos García, que durante 10 años gestionó el albergue de Hervás y el de Oliva de Plasencia. «La Junta estaba contenta con mi gestión», agrega, «pero por ley tenían que salir a concurso y aseguraban que había gente esperando para llevarlos».

García regenta ahora otro negocio de hostelería en Hervás y señala que le da pena ver a los peregrinos que se encuentran con el albergue de la estación de tren cerrado. «Durante nueve años tuve la suerte de trabajar con un colectivo de discapacitados intelectuales de Madrid, la Fundación Afanias, que solían venir cuatro o cinco veces al año. La gente de esta Fundación, los peregrinos y clientes fidelizados me dicen que no entienden por qué lleva el albergue un año y cuatro meses cerrado».

En la misma línea se expresa el alemán Raimund Joos. Doctor en Teoría de la Educación, desde 1992 se dedica a hacer guías del Camino de Santiago para sus compatriotas. Ha publicado ya 13. «No se puede tener los albergues cerrados en la provincia de Cáceres, los peregrinos se quejan mucho», afirma este autor que precisamente la semana pasada estuvo haciendo, otra vez, el Camino por la provincia de Cáceres.

Otros establecimientos promovidos por la Junta de Extremadura a lo largo del Camino ni siquieran han llegado a estrenarse. Nunca han estado abiertos. Enun caso se rehabilitó a la plaza de toros de Alcuéscar; el otro se hizo en San Gil, poblado de colonización situada a un kilómetro de Galisteo y a 12 de Plasencia. Antes era una gran nave usada como secadero de tabaco, que forma un rectángulo de 20 por 8 metros y una altura de 7 metros.

Sobre este albergue, la Junta ha señalado a este diario que ya se ha solicitado la licencia de actividad al ayuntamiento, alta de los suministros y autorización de vertidos residuales. «En cuanto se disponga de estos requisitos, se realizara la apertura al público en un breve espacio de tiempo», promete.