Apostol

La piedra del Obradoiro inspira nuevos ritos

14 junio 2016 / Mundicamino

Los peregrinos y turistas se fotografían posando la mano sobre la concha de Santiago.

Ya no es posible darse los cabezazos en el Santo dos Croques para mejorar la memoria, la inteligencia y el ingenio, y ni siquiera se puede cumplir con el ritual de introducir los dedos en los cinco huecos del parteluz del pórtico de la Gloria. Pero el Obradoiro ya ha inspirado un nuevo hábito que lleva camino de convertirse en tradición.

Los peregrinos y también los turistas están dispuestos a esperar su turno para hacerse una foto ante la placa conmemorativa del reconocimiento del Camino de Santiago como Itinerario Cultural Europeo, concedido en octubre de 1987. Los rituales para inmortalizar el momento son diversos, y todo depende de lo hecho por las personas anteriores. Los hay que se arrodillan ante la placa mirando hacia la Catedral o de espaldas a ella, los que posan la mano o el pie sobre la concha de Santiago labrada en la piedra, los que depositan el bastón que les acompañó durante la peregrinación sobre la placa para después hacer la foto, e incluso los que se inclinan sobre la placa de piedra y la besan. Rituales innumerables, que se repiten a lo largo de todo el día.

Una mujer que ofrece habitaciones a turistas y peregrinos en la plaza revela que uno de los más curiosos lo protagoniza un hombre, que se arrodilla ante la placa y hace «una serie de aspavientos, reza y lanza los brazos hacia el cielo». Ayer este personaje no apareció por la plaza, pero cuando lo hace su presencia «no pasa desapercibida», relata un vecino.

Explicaciones peregrinas

Cuando se pregunta a los turistas y peregrinos por qué se hacen fotos sobre la placa o si saben qué dice la inscripción, la respuesta es sorprendente. De los más de veinte consultados ayer, ninguno tenía la más mínima idea de qué ponía en la loseta. Y en cuanto al por qué de la foto, unos visitantes de Madrid aseguraron que «porque es el kilómetros cero, ¿no?». Otros confesaron actuar por imitación. «Vi que lo hacían otros y supongo que es costumbre», comentó un peregrino procedente de Almería. Una pareja de catalanes se sinceró: «No tenemos ni idea, porque está en el medio, y aquellos lo hicieron». Otra de madrileños aseguró que «en la visita guiada por la ciudad, el guía nos dijo que este es el final del Camino». «Pensé que era el mejor sitio para que salga toda la Catedral, pero va a ser que no», comentó un peregrino de Valencia.

Sea cual sea la razón por la que miles de personas posan su mano sobre la concha de Santiago en el centro del Obradoiro, la realidad es que todo apunta a que ha nacido un nuevo ritual.