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La quinta parte de los peregrinos del Camino de Santiago comienza en Portugal

01 agosto 2016 / Mundicamino

Las numerosas vías alternativas, las decenas de parroquias dedicadas al Apóstol Santiago y la oferta para acoger al peregrino han contribuido para que el Camino de Santiago portugués acapare una quinta parte de los caminantes.

Si en los últimos años la tendencia de peregrinos que han tomado la salida desde Portugal hacia Santiago de Compostela ha ido al alza, en el primer trimestre de 2016 los datos reflejan que uno de cada cinco decide ir por el país luso.

Según datos de la Oficina del Peregrino del Camino de Santiago, en los meses de la pasada primavera el 20 % de los caminantes que llegaban a la capital gallega lo hacían desde Portugal, con un mes de abril en el que lo llegaron a realizar el 22 %.

En los últimos tres años se ha producido un despegue notable: un 13,7 % eligieron Portugal en 2013 para llegar a Santiago; en el año 2014 fueron un 14,5 % y el pasado 2015 un 16,4 %, un total de 43.112 peregrinos que decidieron entrar en Galicia desde suelo luso.

En Portugal, según publicaciones recogidas por el Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa, hay 184 parroquias repartidas de norte a sur dedicadas al santo, además de iglesias, albergues u hospitales, ya que el culto a este apóstol se popularizó a partir del siglo XII.

Esto ha provocado que el Gobierno de Portugal haya apoyado inversiones y promociones relacionadas con este tipo de turismo religioso, por lo que Oporto se ha convertido en el principal destino de salida para iniciar la ruta jacobea en el denominado Camino de Santiago portugués.

En este viaje, el peregrino, siguiendo la señalización marcada, sale de la Catedral de Oporto, pasando por Rate, Barcelós, Ponte de Lima y Valença.

Esta ruta también ofrece algunas variantes que permiten pasar por Guimaraes y también por Braga, una ciudad que en la Edad Media se disputaba con Santiago de Compostela el título de centro de la Cristiandad en la Península.

Además de conocer la majestuosidad de las catedrales del siglo XII y XIII, el peregrino también podrá descubrir, si se pierde entre sus gentes, la leyenda del Gallo de Barcelos, uno de los símbolos de Portugal

Según la literatura oral, un peregrino gallego que se estaba ganando el jubileo fue acusado a su paso por Barcelos de un crimen que no había cometido.

Tras ser condenado, éste le dijo al juez que en el momento de ser ahorcado un gallo asado que había junto a su señoría se pondría a cacarear.

Y así fue, motivo por el que le perdonaron la vida, quedó libre y años más tarde, cuando el peregrino regresó a Barcelos, hizo erigir un monumento en honor al apóstol Santiago.

El Camino de Santiago Portugués también se puede empezar desde Lisboa, siguiendo las señalizaciones dispuestas para ello y pasando por otro de los referentes de esta peregrinación, la ciudad de Coimbra.

En los últimos años, Belmonte, una de las catalogadas como Aldeas Históricas de Portugal y ubicada en el distrito de Castelo Branco -no muy lejos de la provincia española de Salamanca-, también ha recibido cientos de peregrinos que se acercan a conocer una iglesia cuidadosamente rehabilitada que lleva el nombre del apóstol.

En este templo, construido en el siglo XIII, son muchos los peregrinos que aprovechan para hacer un descanso espiritual que les permita tomar fuerzas.

El Camino de Santiago Portugués, desde Lisboa, Oporto o desde los ramales de la Región Centro, pretende consolidarse aún más como destino turístico, aprovechando la visita que tiene prevista realizar el Papa Francisco a Fátima en mayo de 2017.