Apostol

Una pareja de italianos se casa tras peregrinar desde Oporto

23 agosto 2016 / Mundicamino

Roberto y Laura pasan por el altar de la Corticela: «Santiago no es el final, sino el principio de algo nuevo».

«Santiago no es el final, es el principio de algo nuevo». Roberto Niccoli y Laura Briccoli son dos peregrinos italianos, que llegaron a Santiago tras recorrer el Camino Portugués desde Oporto. Su plan no es visitar el casco histórico de la ciudad ni hacer una ruta por Galicia. Ellos tienen un firme propósito, que cumplirán: casarse en el altar de Nuestra Señora la Antigua de Corticela, que fue designada en el siglo XV como parroquia para los peregrinos.Roberto y Laura se conocieron en el trabajo que ambos comparten, la banca. Tras un breve noviazgo, viajaron en marzo a París y allí él le pidió matrimonio con la Torre Eiffel como escenario. En un primer momento pensaban celebrar la boda en Italia. Comenzaron los preparativos, y la pareja se dio cuenta de que la celebración iba adquiriendo cada vez más tintes comerciales, perdiendo así el sentido que ambos querían darle. Entonces, Roberto le propuso a Laura recorrer el Camino de Santiago y, tras culminarlo, casarse. Inicialmente Laura dudó ya que «fue un poco extraño porque no sabía como era el Camino y tenía un poco de miedo». Al final aceptó y se lanzaron a la aventura.Roberto Niccoli recorrió el Camino por primera vez en el 2012, eligiendo la ruta francesa, desde Roncesvalles. Este italiano declara que «todo aquel que realiza el Camino repite, es algo adictivo». En esa ocasión conoció a Israel Rey, un madrileño con el que poco a poco fue fraguando una amistad que dura hasta la actualidad. Precisamente fue él quien ayudó a efectuar los trámites necesarios para que el matrimonio se celebre. Roberto invitó a Israel al Camino desde Oporto. Los tres llegaron el martes.Roberto y Laura esperaban ayer en el Obradoiro a que Israel finalizase la reunión con el párroco de la Corticela para ultimar los preparativos de la ceremonia nupcial. Familiares de la pareja y un grupo de amigos comunes llegaron ya a Compostela.La pareja de peregrinos declara que la suya no será una boda al uso, sino una celebración pequeña y familiar que disfrutarán en un ambiente distendido. Santiago ha sido la culminación de un Camino y es el comienzo de un proyecto en común.