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Bilbao niega el paso a dos jinetes ovetenses que hacen el Camino

13 septiembre 2016 / Mundicamino

«Nuestros caballos no son caballos, son peregrinos», se quejan Benjamín Rodríguez y su hija Jennifer, de Las Caldas.

Poco esperaban Benjamín Rodríguez y su hija Jennifer, los vecinos de Las Caldas (Oviedo) que iniciaron el sábado de la semana pasada el Camino de Santiago a caballo desde Irún, que se iban a encontrar con según qué dificultades para completar su periplo. Anteayer, cuando intentaban pasar por el tramo del Camino que atraviesa Bilbao (Vizcaya), el ayuntamiento les prohibió el paso por el mismo, dándoles como alternativa un sendero de Gran Recorrido (GR) para llegar al cual ni siquiera les facilitaron indicación alguna. «Al final pasamos a la brava por la ciudad, escoltados por la Policía Municipal. Como había periodistas, al final nos dejaron pasar», asegura Benjamín Rodríguez. Y es que ya era una cuestión de principios. «Mis caballos no son caballos, son peregrinos», asegura este ovetense.

Rodríguez asegura que tiene una credencial del Camino que le autoriza a recorrerlo a caballo, que es la última modalidad que se ha aceptado (las otras son a pie y en bicicleta). Por tanto, debería poder recorrerlo en toda su extensión sin tener problemas con los agentes municipales. «No se trata tampoco de una cañada real. Los peregrinos somos una excepción», añade Rodríguez. El caso es que nunca ha tenido problema para circular con sus caballos. «Pasamos por grandes ciudades, como san Sebastián, fuimos a Mérida, llegué a Santiago y jamás nos prohibieron el paso», explica. Y añade: «Si somos peregrinos, los somos para todo, no solo para coger el dinero. Si no, que saquen el Camino de las ciudades».

El caso es que las caballerías, según el código de circulación, solo pueden pasar por las carreteras en caso de que no sea posible hacerlo por las vías pecuarias, que es la razón que esgrimió el ayuntamiento bilbaíno para prohibir el paso. En caso de circular por carreteras, los caballos tendrían que ir guiados por mayores de 18 años y siguiendo las mismas normas que los vehículos.

Pero todo depende de la política de cada ayuntamiento. En el de Oviedo, por ejemplo, «no habría ningún problema para el paso de caballerizas. Se les acompañaría y guiaría por vías que causen el menor perjuicio a la circulación», explica el concejal de Seguridad de Oviedo, el socialista Ricardo Fernández. Benjamín y Jennifer continúan su periplo de 900 kilómetros (en veinte días), de los cuales han recorrido ya casi 150.