El Concello de Negreira asfaltó un tramo y en el municipio da Barca fue destruido un puente del siglo XVIII.
Dos decenios atrás, lejos aún de la actual situación de vitalidad que vive la prolongación a Fisterra y Muxía de la ruta jacobea, eran diversas las agresiones que sufría su trazado.Tal día como hoy de 1997 la asociación Amigos do Camiño de Santiago denunciaba de forma pública las obras de asfaltado acometidas por el Concello de Negreira en la parroquia de Pesadoira y su presidente acusaba al alcalde de dicha localidad de abusar de su confianza. «Entregámoslle a cartografía da ruta a Fisterra e agora ponse a pavimentar a vía», aseguraba Antón Pombo.
Solo unos días después era el Concello de Muxía el que paralizaba las obras de una pista rural en San Martiño de Ozón después de que la empresa adjudicataria destruyese un puente del siglo XVIII. Este suceso se sumaba además al robo de parte del cruceiro de San Roque de Chorente, en Moraime.
