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Camino que dibuja el Cea

12 octubre 2016 / Mundicamino

urante siglos sirvió al paso hacia Santiago entre Cantabria y León para sortear la vía vadiniense, inundada durante los meses de más lluvias. El ramal del Camino de Santiago que atraviesa la ribera del Cea vuelve a ser un valor activo ahora desde el punto de vista turístico y devuelve a su lugar a pueblos como Cea, Sahelices, Valdescapa, Mozos, Valdavida, Villaverde de Arcayos y Almanza.

Parte de Liébana (Cantabria) y llega hasta Sahagún atravesando un vasto y admirable terreno sembrado de joyas paisajísticas y arquitectónicas. El Camino Lebaniego se adentra en León para conectar con el Francés, dejando atrás 17 municipios y una historia milenaria que ha vuelto a ser puesta en valor. La de Liébana-Sahagún es una ruta alternativa del Camino de Santiago utilizada por los peregrinos hasta el siglo XVI, principalmente en invierno. Las constantes inundaciones de los caminos de la vía vadiniense convirtieron la ruta del Cea en una alternativa segura gracias a sus numerosos puentes de piedra de ascendencia romana. Es ésta tan sólo una parte de su atractivo.

Los 117 kilómetros de distancia que separan los dos puntos que enmarcan esta ruta de peregrinación alternativa dan para muchas páginas, por eso estás se van a centrar en el tramo comprendido entre Sahagún y Almanza, salpicado de pueblos que tienen mucho que contar.

Cea, Sahelices del Río, Valdescapa, Mozos, Valdavida, Villaverde de Arcayos y Almanza forman parte este itinerario cultural y turístico que discurre en un 90% por sendas y caminos y ofrece al peregrino numerosos puntos de interés. En Cea —pueblo que fue refugio de la reina Urraca en siglo XII— las iglesias de San Martín, de arte mudéjar, y Santa María son dos de las seis que llegó a tener este pueblo y atesoran dos retablos destacados, ambos del s.XVII el de la Virgen del Carmen y el de la Virgen María

Sahelices del Río conserva en su actual iglesia mudéjar los restos del antiguo Monasterio de San Félix de Cea, que años después fue absorbido por el de Sahagún.

Precisamente el suyo, Valdescapa, es otros de los núcleos poblaciones destacados en el Camino Lebaniego. Fundado por el judío Scapa en el siglo X, este pueblo conserva uno de los mejores retablos platerescos de la provincia de León. El dorado y ensamblaje se debe a Francisco de Villamuño, no así los grabados, que son de procedencia italiana. Es del siglo XVI.

Al igual que otros pueblos de la ribera del Cea, Mozos o Mauzos (nombre antiguo) es fruto de la repoblación de Alfonso III. Ubicada debajo del Autero Morisco, una elevación de 1.005 metros desde la que se divisa todo el valle del Cea y las montañas palentina y leonesas, destaca también su iglesia, dedicada a San Pelayo. Por su parte, del pasado peregrino de Valdavida está ligado al fue el Hospital de Santiago. Priorato de la Orden Militar de San0 Juan, su iglesia cobija también un retablo plateresco del siglo XVI, actualmente en restauración.

Es Villaverde de Arcayos el pueblo que media entre Valdavida y Almanza, cuyo nombre se relaciona con el árabe al-mansaf, que significa ‘la mitad del camino’ o ‘parador’ y la voz al-manzah, ‘mirador’. Ambas formas le cuadran bien a este poblado, porque pudo ser parador en el Camino Real (ahora carretera) que iba desde la Tierra de Campos hasta Asturias; y fue igualmente un mirador colocado en la cima de una colina, conocida como El Castillo, en donde se alza la torre del reloj.

Por lo tanto, la ruta Liébana-Cea es mucho más que un ramal histórico del Camino de Santiago, es un punto de atracción y desarrollo turístico de primer nivel dotado de las infraestructuras necesarias y con la fuerza suficiente para seguir creciendo.