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VALVERDE DE LA VIRGEN

22 enero 2017 / Mundicamino

El Camino de Santiago alcanza una dimensión desconocida en este municipio histórico. No sólo es la Virgen y su santuario, sino cada una de las variantes que toma la Ruta Jacobea a su paso por Fresno del Camino, Valverde, San Miguel, Robledo, La Aldea y Oncina de la Valdoncina.

Comienza el año en el municipio de Valverde de la Virgen casi calcado a como despidió 2016; lleno de actividades culturales y de ocio para todos los públicos. Aquí es una máxima, un mandamiento que tanto equipo de gobierno como el resto de fuerzas apoyan convencidos de que los ciudadanos y su bienestar ha de ser lo primero. Lo mismo que el turismo, con el Camino de Santiago abanderando el proyecto. Todo suma, todo aporta.

Sirvan como ejemplo las activididades previstas para este primer cuatrimestre del año y cuyo plazo de inscripción se abrirá el próximo 23 de enero, según informan desde el Ayuntamiento. Gimnasia de mantenimiento, gimnasia tercera edad, zumba, crossfit, spinning, pilates, yoga, aerobic, klick boxing y bailes latinos, por un lado se suman a manualidades, patchwork, pintura, restauración de muebles y estimulación de la memoria. «El segundo cuatrimestre arrancará oficialmente el lunes 6 de febrero con grupos de actividades en Fresno, Robledo, San Miguel, Valverde, Montejos y La Virgen», recuerdan desde la concejalía de Cultura.

Al margen, en poco más de un mes el Carnaval irrumpirá de lleno en el municipio, sobre todo en La Virgen del Camino, que volverá a contar con cabalgata, charangas y un desfile de altura antes de que el entierro de la sardina le abra la puerta a una dura Cuaresma.

La Ruta Jacobea continúa siendo el buque insignia de esta población cercana a la capital leonesa. El Camino entra de lleno a través de la Virgen, donde el peregrino alcanza redención en su Santuario. Pero va mucho más allá. Gracias a sus diferentes variantes cruza otras localidades como Fresno del Camino, Valverde, San Miguel, Robledo de la Valdoncina, La Aldea de la Valdoncina y Oncina de la Valdoncina. En todas ellas deja huella y a la vez, todas dejan huella en el peregrino. Sus templos siempre tienen algo interesante que contar, que contemplar, ya sea al ojo humano o al del alma. Y lo mismo ocurre con muchas de sus construcciones más rurales, sus plazas, campos, fuentes… Sin duda se antoja como un tramo reparador antes de aventurarse por nuevas tierras.

El Camino, sus gentes, las tradiciones ancestrales, San Froilán o las diversas fiestas, actividades y romerías convierten a Valverde de la Virgen en un lugar digno de visita a lo largo de todo el año. Un refugio, el sitio idóneo para conocer la gastronomía de la tierra o bien una oportunidad para descubrir un León lleno de matices, siempre sorprendente.