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La segunda travesía Camino de Santiago saldrá en julio de Hondarribia

03 febrero 2017 / Mundicamino

Los puertos deportivos, probablemente más que los cruceros, contribuyen a fomentar el turismo náutico, un sector que aumenta su importancia, pero que todavía es incipiente. Dos iniciativas para que crezca el número de embarcaciones deportivas que hacen escala en Gijón son la Travesía Camino de Santiago y las regatas.

La primera edición de la peregrinación en barco a Santiago de Compostela a través de los puertos deportivos del Norte de España se celebró el pasado año. Fue un arranque prometedor, porque participaron unas 80 personas a bordo de 18 barcos, número que aumentó al final, por la incorporación de algunos yates en las últimas etapas, pero el recorrido fue menos amplio que el previsto este año, ya que el inicio fue en Santander.

Este año la convocatoria ya está en marcha, con salida prevista el día 16 de julio, de Hondarribia. Hay doce etapas previstas y escala en once puertos incluidos en la asociación North Marinas. Los organizadores, además de prever los actos institucionales y los festejos a lo largo del recorrido, han puesto especial interés en obtener la conformidad de la Iglesia para que los puertos adscritos al proyecto puedan entregar y sellar las cartillas que acreditan el viaje. El final del viaje náutico será en Muros de San Pedro, donde los navegantes seguirán en autobús hasta Santiago, con la particularidad de que los últimos 15 kilómetros, aproximadamente, podrán ser recorrido a pie.

North Marinas agrupa a dieciséis puertos deportivos, la mayoría de ellos de Euskadi, pero también de Cantabria, Asturias y Galicia.

Por lo que a las regatas se refiere, Gijón aspira este año a recuperar una de las más importantes que organizó años atrás. En 2016 no llegó ninguna, pero, según pudo saber EL COMERCIO, el Ayuntamiento tiene negociaciones avanzadas para que los pantalanes del Muelle acojan un fin de etapa de Le Figaro, que se celebrará el próximo mes de junio.

La iniciativa municipal se fundamenta en que las regatas no sólo atraen participantes, seguidores y miembros de los equipos técnicos a las ciudades, sino que impulsan el conocimiento de las instalaciones náuticas y su utilización en ocasiones posteriores, así como la divulgación entre el público potencialmente más interesado.