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Una marca de calidad identificará los albergues de peregrinos homologados

30 marzo 2017 / Mundicamino

El Principado pretende crear zonas específicas de acampada jacobea y refugios para guarecerse de la lluvia en zonas aisladas de la ruta.

El Camino de Santiago nació en la corte ovetense de Alfonso II y en la región tuvo también el primer hospital para la atención al peregrino del que hay constancia documental. En una donación de varios bienes a la iglesia de Santiago de Compostela firmada en el año 883 por Alfonso III ya figuran unos terrenos para levantar una instalación de asistencia al caminante en Borres (Tineo). Aquel hospital fue el germen histórico de la actual red de albergues jacobeos de Asturias, integrada por una treintena de centros públicos, privados y eclesiásticos que han ido abriendo sus puertas de forma progresiva desde los primeros años noventa del pasado siglo, con motivo de la celebración del Año Santo de 1993.

La mejora de estos albergues, que suman 745 plazas y superan las 62.000 pernoctaciones anuales, es uno de los objetivos fundamentales que se marca el plan integral para potenciar la ruta jacobea que ha puesto en marcha el Gobierno regional y que ya cuenta con una primera partida de 834.000 euros para el presente ejercicio. La prioridad es abordar una regulación específica para estas instalaciones, que, en la actualidad, se rigen por unas normas que fueron aprobadas por la Comisión Jacobea del Principado, pero que carecen de soporte legal. La idea es que los centros asistenciales con ánimo de lucro pasen a depender de la Dirección General de Turismo y que los que no lo tengan sean una responsabilidad de Patrimonio.

A partir de ahí, las actuaciones previstas consisten en la creación de una marca de calidad denominada «Albergue de peregrinos» para su uso exclusivo por aquellos establecimientos que hayan sido homologados por el Gobierno del Principado, la habilitación de zonas específicas de acampada para los caminantes, la regulación de la credencial del peregrino y las formas de expedición del documento o la conversión de los albergues en puntos de información turística sobre el territorio en que se implantan, a partir de un programa para la formación de sus responsables.

También está prevista la creación de refugios para que los peregrinos puedan guarecerse de la lluvia en puntos aislados de la ruta, un programa de erradicación de vertederos ilegales en el entorno del Camino o la redacción de un inventario de recursos naturales en los itinerarios jacobeos.