«Aquí la esencia del Camino de Santiago está intacta. Quiero que la gente no solo pase por Villaviciosa, sino que conozca la zona», afirma
Montse Alonso convierte una casa rural en un albergue por donativo en Carda.
Quería escaparse de todo y lo consiguió. Montse Alonso es desde hace dos semanas la dueña de un nuevo albergue por donativo en la parroquia de Carda. Una localidad de la zona rural desde donde puede verse el mar a lo lejos y parte de la ría de Villaviciosa. Su nuevo hogar está en pleno Camino de Santiago y a partir de ahora acogerá peregrinos durante todo el año. «He vivido en Astorga toda mi vida, así que tengo conocimiento sobre el Camino, pero aquí su esencia está intacta», asegura.
El albergue La Payariega cuenta con capacidad para seis personas que podrán dormir en una habitación comunitaria de una litera y dos camas o en una individual de dos camas. Por el momento, solo tiene un cuarto de baño, de ahí el escaso número de plazas, pero Alonso espera poder ampliarlo a finales de año. Su intención es construir tres aseos más que le permitan acoger a un mayor número de peregrinos. «Voy a esperar a que pase un poco la temporada de verano y que vuelva a estar todo más calmado», explica.
La construcción de más baños no es la única mejora que acometerá en las instalaciones. En el exterior de la casa, Alonso, quien cuenta con la colaboración de Esther Peña, ha colocado un pequeño banco donde poder descansar y su intención es crear una zona chill-out, así como un pequeño espacio para aquellos peregrinos que hagan el Camino en caballo. «En Astorga había muchos sitios adaptados, pero aquí no es tan habitual», explica.
El de Alonso es uno de los pocos albergues por donativo que hay en la zona. Es decir, no tiene un precio fijo sino que son los propios peregrinos quienes deciden cuánto dinero dejan. «Eso servirá para mantener toda su esencia y que el peregrino pueda tener todo lo que necesite», explica. En un primer momento, el horario de cierre será a las 23 horas, aunque Alonso, quien vivirá en la misma casa, no dudará en acoger a aquellos que lleguen más tarde. Además, su intención es estar abierta durante todo el año, algo que no ocurre en otras zonas. En Ribadesella, por ejemplo, abren a partir de marzo cuando comienza la temporada alta.
La experiencia de pasar una noche en La Payariega supondrá para los usuarios mucho más que unas horas de descanso. Esta leonesa se ha propuesto convertir su estancia en un recuerdo que no puedan olvidar. Para ello, realizará con los peregrinos que así lo deseen distintas excursiones por la zona. Como la visita a la fábrica de El Gaitero, ubicada a diez minutos andando del albergue. «Quiero que la gente no solo pase por Villaviciosa, sino que conozca el concejo a fondo para que quieran volver», asegura.
En sus primeros días, ya ha acogido a un catalán, dos suizos y una chica de Serbia, la cual le preguntó si podría volver una vez que acabase la temporada.
