Cuarenta jóvenes, acompañados de diez monitores de la asociación AFS Intercultural, llegaron ayer a la plaza do Obradoiro después de recorrer 102 kilómetros del Camino Portugués. La peculiaridad de la peregrinación no es tanto el número de peregrinos como las nacionalidades de los mismos. Se trata de jóvenes de entre 15 y 18 años de 17 nacionalidades distintas. Todos ellos participan en el programa de intercambio que promueve la asociación, y que consiste en vivir con una familia española plenamente integrados como un miembro más. Durante un año cursan estudios en centros educativos españoles. Por este mismo método, jóvenes de España viajan a diversos países del mundo para conocer otras culturas. La idea de este programa es «avanzar en un mundo en paz mediante el conocimiento de las culturas», explicó Elena Gallego.Lois González, uno de los monitores de la peregrinación y el responsable de la organización, destacó el compañerismo que se vivió durante los cuatro días de peregrinación, y se emocionó al recordar el apoyo que «unos se dan a los otros. No quisieron parar, pese a las heridas en los pies, se apoyaron y cargaban con las mochilas de sus compañeros cuando no podían más. Es un ejemplo de convivencia», apuntó.Al llegar a Porta Faxeira, los chavales fueron recibidos con música de gaita, que les acompañaría durante los últimos metros hasta llegar al Obradoiro, donde se produjo un estallido de aplausos, abrazos y saltos de alegría por la misión cumplida.
