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Desaparecen del casco histórico todos los indicadores del Camino

02 mayo 2017 / Mundicamino

Se trata de placas de bronce creadas específicamente para la ciudad de Pontevedra.

A poco que uno sea observador se habrá percatado de que, en los últimos meses, la práctica totalidad de las placas indicadoras del Camino de Santiago han desaparecido de las calles de Pontevedra. Desde la Asociación Amigos do Camiño Portugués tienen claro que no es cosa de vandalismo, ni de ladrones de metales, sino que más bien todo apunta a que la gente, peregrinos y vecinos, se los ha ido quedando a modo de recuerdo: «Alguien levantó la primera y se las fueron llevando», señaló Celestino Lores, presidente de este colectivo.Tiene el recuerdo muy vívido de que la primera placa se robó hace dos años en el entorno de A Peregrina -«fue un vecino el que me avisó», resalta- y, sucesivamente, fueron siguiendo este mismo camino las restantes. «Son placas de bronce que había entregado el Xacobeo y las había instalado el Concello en la época de Teresa Casal. Es una señalización única, específica para Pontevedra que encargué yo y que el Xacobeo las entregó a condición de que el Ayuntamiento las pusiese. Yo las pedía, el Xacobeo las entregó, el Concello las colocó y alguien se las llevó», añadió con retranca Celestino Lores.Lo cierto es que no todas las placas han terminado en manos de peregrinos o de particulares, ya que alguna de ellas se sabe que se puede observar a modo de decoración en algún conocido bar de la ciudad.En todo caso, la intención de la Asociación Amigos do Camiño Portugués es que, más temprano que tarde, se repongan en sus emplazamientos originales. «Pedí a ver si nos las mandaba de nuevo el Xacobeo, pero de momento no he tenido respuesta», señaló quien no pierde, ni mucho menos, la esperanza de que las placas vuelvan a decorar las calles del casco histórico.Eso sí, tiene claro que tendrán que buscar otro sistema de sujeción que impida que los robos se vuelvan a reproducir. «Cuando ya faltó la primera hubo quien me dijo que había que meter un pegamento. Ahora ya lo sabemos pero entonces…», apuntó, al tiempo que, alzando los hombros, terminó asumiendo que «son cosas que pasan».