La capital gallega continúa sumando fans. Los compostelanos llevamos semanas siendo testigos del aluvión de visitantes que inundan las rúas de la ciudad. Las cifras de peregrinos siguen batiendo récords año tras año y el fenómeno jacobeo continúa robusteciendo su músculo: el Camino es cada vez más universal y las cifras de peregrinos avanzan por el sendero del crecimiento. Casi 85.000 en lo que va de año, un 13,3 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando el Año Santo de la Misericordia, de carácter universal, dio un notable impulso a la Ruta. Tales estadísticas se ven reflejadas, por ejemplo, en las celebraciones litúrgicas de la Catedral –que ya se celebran en varios idiomas–, atestadas de fieles. Estos últimos días las colas para entrar en la Basílica metropolitana alcanzaban rúas como la Conga o Fonseca. Peregrinos, pero también visitantes encantados con la belleza arquitectónica y la oferta cultural y gastronómica que ofrece la capital gallega. Es preciso cuidarlos: la acogida es muy importante para que se marchen contentos y, sobre todo, para que quieran regresar a esta urbe universal que es Compostela.
