Andrew Patrick Larkin, de 22 años, ha protagonizado un récord por el que ha firmado en el libro de Honor de Santiago de Compostela.
Cuando Andrew Patrick Larkin, un estudiante de Michigan, en Estados Unidos, entegó este jueves sus credenciales en el centro de acogida de peregrinos de Santiago notó un revuelo fuera de lo común. Tras varios meses estudiando en Burgos hablaba el español suficiente para darse cuenta de lo que pasaba: se había convertido en el peregrino 300.000 en un año, una cifra récord hasta ahora jamás alcanzada.
Se trata de la primera vez desde que hay registros oficiales que se supera la barrera de esta cifra en un año. Una ocasión especial que hizo que el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, acompañado por la concejala de Turismo, Marta Lois, y el deán de la Catedral, Segundo Pérez, hayan recibido en el Pazo de Raxoi al feliz peregrino.
En el consistorio han conversado con él durante unos minutos en los que el distinguido caminante les ha confesado estar muy sorprendido por todas las atenciones que está recibiendo desde su llegada a Santiago tras haber realizado el Camino Francés desde León. Al igual que en los actos que tuvieron lugar ayer, el estudiante estadounidense se ha mostrado muy satisfecho con la experiencia que le ha brindado realizar el Camino de Santiago e incluso ha valorado la posibilidad de repetir en otra ocasión esta ruta, además de recomendar su experiencia a sus amigos y familiares. «Es increíble por las vistas y por los amigos que conoces», comentó Andrew sobre su experiencia.
Según revela La Voz de Galicia este estudiante de 22 años comenzó a ineresarse por el Camino hace años, en su etapa de colegial, cuando vio la película de ‘The Way’, de 2010, protagonizada por Martin Sheen y que ha servido para popularizar esta histórica ruta en su país.
En su visita a la casa consistorial, Larkin ha firmado en el Libro de Honor y ha recibido de manos del alcalde un libro como recuerdo de su paso por Compostela. Posteriormente, el presiente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, le dedicó un discurso con boma incluida. Le aclaró que el cartel con el que posaba no era de un premio de 300.000 dólares, «sino algo mucho más imporante».
