Apostol

Un peregrinaje al sol naciente

25 diciembre 2017 / Mundicamino

La capilla de San Esteban acoge la muestra fotográfica de Tomohiro Muda que se fija en los detalles artísticos y paisajísticos del trazado.

Espiritual, multicultural, acogedor, hospitalario… «el Camino de Santiago es una ruta que está haciendo el mundo». Una definición acuñada por Juan Carlos Pérez para ilustrar como el histórico trazado está trascendiendo a Europa. Prueba de ello es la exposición que ayer se inauguró en la capilla de San Esteban. Una muestra organizada por el Plan Xacobeo y que ha recalado en la capilla de San Esteban gracias a la Asociación de Amigos del Camino de Astorga y la colaboración del Ayuntamiento y la hermandad de las Cinco Llagas.

La muestra recorre la Ruta Jacobea bajo el objetivo del fotógrafo japonés Tomohiro Muda. «Ofrece una visión, con una sensibilidad muy oriental, centrada en el paisaje y el arte, especialmente el románico», dijo el comisario de la muestra, Francisco Singul.

La exposición que se ha mostrado en Tokio, París y en varias ciudades de Alemania , Portugal o el continente americano recala en Astorga hasta final de año.

«Tomohiro se centra en las luces y las sombras, en los detalles, en la abstracción», explicó Singul, asegurando que el fotógrafo japonés, que ha hecho el Camino dos veces, tuvo total libertad a la hora de fotografiar. La muestra en blanco y negro recoge espacios tan emblemáticos del trazado como San Isidoro en León, la Cruz de Ferro de Foncebadón o Frómista, en Palencia, hasta dar sus últimos pasos en Finisterre.

«En el Camino se encuentran personas de todo el mundo», subrayó Rafael Sánchez, y «esta exposición ha conseguido plasmar una combinación perfecta», aunque no se ven personas, los paisajes y el arte toman voz propia.

Para Pérez esta colección plasma el salto importante que ha dado el Camino. Un Camino de peregrinos, un nexo de unión que deja en Astorga cada año la experiencia de más de 50.000 personas.