La milenaria ruta jacobea atraviesa las comunidades autónomas de País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia.
El Camino del Norte es una de las rutas más exigentes y en la que el peregrino se ve más expuesto a la climatología del conjunto del Camino de Santiago, pero también una de las más satisfactorias, poniéndonos más en contacto con la naturaleza. Esta ruta jacobea, que atraviesa toda la cornisa cantábrica, se encuentra en pleno proceso de crecimiento, atrayendo cada año a más peregrinos en busca de caminos alternativos al masificado francés, que por ejemplo el pasado mes de noviembre recorrió el 63% de los caminantes.
La milenaria ruta del norte de la península atraviesa País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia y supone un atractivo turístico cada vez más importante en los planes de promoción de estas comunidades autónomas. España Verde, la marca común que auna a estas cuatro regiones en la promoción de su oferta turística, seguirá apostando fuerte por el Camino del Norte también en 2018. Así lo ha confirmado el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín, en una reciente reunión de seguimiento en Santander en la que han participado responsables de las cuatro comunidades.
El objetivo de la marca España Verde (que este año ha estado coordinada por Cantabria) con el Camino del Norte «es ponerlo en valor» comunicando acerca de lo que cada una de las comunidades autónomas que atraviesa puede ofrecerle al peregrino en cuestiones de «diversidad turística, histórica y cultural». Los responsables de España Verde tienen confianza en que en el futuro el Camino del Norte pueda convertirse en «una alternativa a explorar por los peregrinos» y afirman que hay motivos para no creer que esta ruta costera «no tenga el mismo éxito que el Camino Francés»
