Apostol

En mi peregrinacion la prioridad es la burra Marina

26 abril 2018 / Mundicamino

Cada mes llegan a Santiago cientos de peregrinos después de recorrer, tanto acompañados como en solitario, cientos de kilómetros del Camino. La inmensa mayoría pasan desapercibidos, pero otros llaman la atención por diversas razones. Entre ellos está Ginés López Marín, un vecino de Santurce que decidió ponerse en ruta el 4 de abril para recorrer la distancia que separa su ciudad de Compostela acompañado de su burra Marina y de su perro de nombre Como tú.

Este caminante llegará esta semana a Compostela. A primera hora de este lunes partió de Arzúa rumbo al albergue de Santa Irene, en O Pino, donde pasará la noche y desde donde proseguirá recorrido mañana hasta Lavacolla. Será aquí, en Sigüeiro, donde haga una parada técnica y se desvíe de la ruta para descansar y visitar a unos amigos. Será a finales de semana cuando retome la vía para llegar al Obradoiro, previsiblemente, el sábado.

La elección de la fecha en la que partió de Santurce no fue casual, y es que el 4 de marzo cumplía 66 años. El primer tramo del Camino le llevó a recorrer los poco más de 160 kilómetros entre Santurce y Burgos, donde enlazó con el Camino Francés. Desde entonces, «poco a poco, y siempre pensando en el bienestar de Marina recorrí unos 10 o 15 kilómetros cada día». Uno de los principales problemas de aquellos que, como Ginés, optan por peregrinar junto a animales es la carencia de refugios para ellos a lo largo del Camino. De ahí que Ginés sugiera la necesidad de buscar alternativas para ellos, «porque Marina no pidió venir, así que tengo que organizar la peregrinación para que ella esté lo mejor posible». A lo largo del Camino ha sido habitual ver a Como tú subido al lomo de la burra, y también a la burra tirando el carro rojo que acompaña a Ginés. Eso sí, «nunca voy en el carro, yo a pie; el carro es para poder quedar a dormir cuando no encuentro cobijo para Marina». Una de las quejas de Ginés después de más de 600 kilómetros es, además de la falta de sitio para los animales, el mal estado en que se encuentra el tramo de «Ferreiro, después de Portomarín y antes de Palas, es un camino malo hasta para las cabras». Aunque reconoce que el Camino es de monte, y «no pido que esté perfecto, pero aquello no tiene nombre. Había que meterse a fincas privadas porque el Camino estaba totalmente embarrado, destrozado. No es fácil describir cómo está».

Ginés es la tercera vez que hace el Camino de Santiago, y considera que «la parte más dura es el tramo del Cebreiro, con una pendiente terrible». El peregrino de Santurce reconoce que muchos caminantes se marcan etapas estrictas para hacer el Camino, «es como una carrera de obstáculos. No tiene sentido, hay que disfrutar del Camino. Yo voy a mi ritmo, y sobre todo, al ritmo de Marina, que es la prioridad en mi peregrinación».