Peregrinos nipones plantan árboles y descubren una placa conmemorativa en Monforte.
Seis peregrinos japoneses recorren estos días el Camino de Invierno. Su objetivo, además de llegar a Santiago, es aprovechar la conmemoración del 150 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre aquel país y España para estrechar lazos entre las rutas jacobeas y el camino de los 88 templos, un itinerario budista muy popular en Japón. El lunes salieron de Ponferrada y después de hacer paradas en A Rúa, Quiroga y A Pobra do Brollón, ayer llegaron a Monforte. Su viaje cuenta con el apoyo de la asociación de municipios del Camino de Invierno. Por el camino, van plantando cerezos, uno de los símbolos de la cultura japonesa.
El respaldo de la asociación de municipios es simbólico, pero también muy tangible. Primero porque con ellos camina el alcalde de Priaranza del Bierzo, José Manuel Blanco. Pero también porque en cada parada que hacen son recibidos por representantes de cada ayuntamiento. Los seis peregrinos nipones tampoco se representan solo a ellos mismos, porque forman parte de la Sociedad Hispánica de Yokohama y de la Red de Peregrinaje y Hospitalidad del Camino de Shikoku.
Tras el Bierzo y Valdeorras, el jueves hacían noche en Quiroga, donde comieron con el alcalde Julio Álvarez. Y el viernes terminaban etapa en A Pobra do Brollón, donde plantaron cerezos con el alcalde José Luis Maceda y visitaron las excavaciones arqueológicas en marcha en Cereixa.
Ayer les tocaba Monforte. Llegaron a las once y media y en el barrio de Rioseco, la puerta de entrada del Camino de Invierno a esta localidad, los esperaban el alcalde José Tomé y representantes de todos los grupos con representación en la corporación local. Después de plantar entre todos dos cerezos en el parque público de Rioseco, el alcalde y tres de los peregrinos descubrieron en el parque una placa conmemorativa del 150 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas escrita en gallego y japonés.
