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La moda de llevarse las señales se extiende por los Caminos

20 junio 2018 / Mundicamino

El de Fisterra y el nuevo trazado del Inglés, rotulados hace poco, aún tienen los mojones intactos.

Mantener en estado óptimo los Caminos Jacobeos no resulta tarea fácil, y requeriría casi de un ejército de canteros y paisajistas para conseguir que las rutas, sin perder la idiosincrasia propia de los caminos salvajes, ofrezcan el mejor de los aspectos posibles para brindar al peregrino todas las comodidades imaginables. Sin embargo, hay una parte de este confort para el que, por mucho empeño que pongan los responsables del mantenimiento de los Caminos, es absolutamente indispensable la colaboración de quienes peregrinan y pasean por el Camino.

Se trata de la conservación y cuidado de la valiosa información del punto kilométrico que se ofrece en cada uno de los mojones colocados en cada cruce de los Caminos para guiar a los romeros. En algunos tramos del Camino Francés en Melide, por ejemplo, es más fácil contar los mojones con placa que sin ella. En otros, como el Camino de Fisterra y en el Inglés, en los kilómetros urbanos, las marcas siguen en los mojones, aunque hay que reconocer que su colocación es muy reciente.

En las otras rutas de peregrinación, quienes caminan tienen numerosos ejemplos de sitios en los que las placas han desaparecido, y no han sido repuestas después de meses. Esta absurda práctica de arrancar las placas está tan extendida que un vecino de San Lázaro reconoció que no recuerda haber visto nunca el mojón de la entrada a la rúa Valiño, en el cruce con la rúa París, con placa. Algo parecido comentaron en el entorno del mojón situado en la rúa Angrois, a pocos metros del cruce con la rúa Cruceiro de Sar, donde se abrió un debate entre una mujer que aseguró que hacía unos días estaba, y otros que decían que el año pasado ya faltaba. Es posible que los dos tuvieran razón, porque la realidad es que, pese a la reposición de las placas, es habitual que vuelvan a desaparecer. La mayoría de las señales que faltan corresponden a mojones que están situados en puntos aislados, y en los que puede resultar más fácil dedicar un tiempo a arrancar la placa sin ser blanco de las miradas críticas. Pero no faltan solo en sitios más o menos discretos, también en el centro de la ciudad hay ejemplos de estos pequeños hurtos.

Uno es el que se registra en Conxo. Por este barrio pasa una de las variantes del Camino Portugués, y uno de los mojones colocados poco antes de la rotonda de la SC-20 ya no tiene placa, y falta desde hace meses. Otro ejemplo de que también vuelan las señales colocadas en lugares muy visibles es el mojón de la rúa Valiño, en Fontiñas.

Fuentes de la Dirección Xeral de Turismo reconocieron el problema de la señalización, pero apuntaron que, dentro del Plan Director del Camino de Santiago, se contempla la sustitución en todos los itinerarios de los modelos de señalización por uno nuevo. Concretamente, en el cronograma previsto para este año se prevé renovar toda las señales de los Caminos Portugués y Portugués da Costa.