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Irun, kilómetro cero de unos Caminos del Norte Patrimonio de la Humanidad

12 julio 2018 / Mundicamino

«Se trata de una extensión del bien cultural en serie denominado ‘Camino de Santiago de Compostela’, que se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial en 1993. Esta extensión comprende una red de cuatro itinerarios de peregrinación cristiana -el Camino costero, el Camino Interior del País Vasco y La Rioja, el Camino de Liébana y el Camino Primitivo- que suman unos 1.500 kilómetros y atraviesan el norte de la Península Ibérica», recita el manifiesto de la Declaración de la UNESCO sobre estas vías alternativas para la peregrinación a Santiago.

El 5 de julio se cumplieron tres años desde que este organismo (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declaró como Patrimonio de la Humanidad esos Caminos de Santiago del Norte. Para celebrar el aniversario, la Sala Capitular del Ayuntamiento de Irun acogió este jueves a un centenar de amigos de diferentes asociaciones del Camino de Santiago, entre ellas la de Jakobi, Asociación Jacobea Irun-Bidasoa, presidida José Ignacio Galzakorta, además de representantes institucionales.

«El camino es historia, es leyenda, es sentimiento, es experiencia y encuentros», expresó el alcalde de Irun, José Antonio Santano, quien agradeció el trabajo desinteresado de los hospitaleros, expresamente los de la ciudad, «quienes trabajan generosamente para atender al peregrino».

Para poder llegar en perfectas condiciones a Santiago, Irun es el punto de partida en los Caminos del Norte. Fue en 2001 cuando la actual Jakobi, entonces una delegación de la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago de Gipuzkoa, inició su andadura, con más de un bastón en sus manos para poder recibir a los peregrinos. Las flechas amarillas y las conchas de vieira por las calles de la ciudad, además de diversas actividades, sirvieron para empezar a para poner a Irun en el lugar que merecía como punto de arranque de los Caminos del Norte. Partiendo de ahí, el albergue comenzó a funcionar.

Esos inicios, nada fáciles, fueron recordados por las representantes del Gobierno Vasco que acudieron al acto. Almudena Otaola, miembro del Departamento de Cultura y Política Lingüística, e Isabel Muela, viceconsejera de Turismo y Comercio, destacaron «la buena salud» de la que gozan en la actualidad los Caminos del Norte. Son más de 23.000 personas las que pasan por los trazados vascos gracias a los más de 300 kilómetros de camino que tienen los tres territorios históricos de la comunidad autónoma.

Hubo tiempo para los agradecimientos al Consistorio por parte de Laureano García, presidente de la Agrupación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago del Norte, quien tras poner en valor al peregrino, que «después de Santiago, es el gran protagonista», entregó al primer edil de Irun, José Antonio Santano, una placa conmemorativa por la jornada de celebración del tercer aniversario de la declaración.

García añadió que los peregrinos, o mochileros, como se les llamaba antiguamente, «son el futuro», ya que hay pueblos «que si les quitas el camino, desaparecen; el camino es su única riqueza». No será el caso de Irun, pero la ciudad fronteriza, kilómetro 0 de los Caminos del Norte, tiene mucho que agradecer a los peregrinos que se hospedan en el albergue de Jakobi.

José Luis Latur, un hombre de 90 años y miembro de la Asociación Jacobea de Irun-Bidasoa, cerró la jornada recitando unas bonitas palabras sobre las circunstancias del Camino, que «el peregrino, como en la vida, las sortea con tesón: el viento alienta y arbulliza el criterio; la lluvia ahonda y conforta la paciencia; el sol ilumina los sentimientos; y la niebla plantea las dudas del caminante». Como dijo Luis Gutiérrez, presidente de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino, durante su intervención, «el Camino siempre está ahí, siempre nos está esperando».