El albergue de Ribadeo lleva más de setenta días seguidos completamente ocupado.
La afluencia de peregrinos por el Camino Norte de la costa no deja de crecer. Ribadeo es una de las puertas de entrada de Galicia; la más popular y concurrida, la otra pasa por Vegadeo, Bres, Trabada y Mondoñedo. Ribadeo es tomado como punto de partida o de paso, para seguir por Barreiros, Lourenzá y Mondoñedo. Y el dato es que hasta julio la presencia de peregrinos ha aumentado un 31,33% con respecto a las mismas fechas del año pasado.Debido a esta gran afluencia, el albergue municipal de O Cargadeiro, el primero en la ruta del Camino Norte gallego, al pie de la ría ribadense, lleva más de setenta días seguidos colgando el cartel de completo, prácticamente desde Semana Santa. Cierto es que solo cuenta con 12 plazas, netamente insuficientes para un punto estratégico como Ribadeo.
«En temporada alta atendemos a entre cincuenta y setenta peregrinos cada día, que vienen en busca de información sobre alojamientos y ocio», comentan desde la Oficina de Turismo de Ribadeo.En respuesta a esta demanda, el Concello gestiona otro albergue en Vilela, a siete kilómetros del casco urbano. Cuenta con más plazas, un total de 22, pero es mucho menos frecuentado debido a la distancia con la villa ribadense.La alternativa para decenas de peregrinos en cuanto se llena el albergue de O Cargadeiro es alojarse en Ribadeo, aprovechando la amplia oferta de hoteles, pensiones y apartamentos turísticos en el casco urbano, donde aprovechan para comprar, descansar y hacer turismo. Desde la Oficina de Turismo facilitan una guía completa de hospedaje al peregrino, según sus posibilidades económicas, aunque muy por encima del precio público de seis euros del albergue de O Cargadeiro.
Cada vez son más los comerciantes y hosteleros que se especializan en este tipo de turismo con almuerzos y menús propios, material deportivo especializado, suvenires o taxis para el transporte de las mochilas de los caminantes, con un perfil más internacional que hace años.Este año se ha registrado el paso de peregrinos de más de 31 nacionalidades y los grandes grupos no dejan de crecer. Para los de más de 20 personas, el Concello les puede ofrecer la posibilidad de usar instalaciones deportivas cuando el calendario de actividades lo permite.En respuesta a este creciente flujo de peregrinos, la iniciativa privada ya se mueve desde hace unos años. Así, en Ribadeo han abierto establecimientos específicos y están en marcha dos proyectos de nuevos albergues, uno de próxima inauguración y otro aún en trámites: «Ribadeo se está convirtiendo en una localidad con muchas posibilidades para los peregrinos. Nos preguntan cómo ir a la playa de Las Catedrales; algunos no se animan por la distancia de ocho kilómetros, pero otros se desvían a pie o cogen el autobús para acercarse», apuntan desde Turismo de Ribadeo. «Mi amiga se quedó sin trabajo y nos dijimos: ¿por qué no ahora?»Cuando Jenny dejó atrás su cómoda ciudad en el oeste de Alemania días atrás para hacer algunas de las etapas del Camino Norte, lo hizo sola y sin miedo a lo desconocido. «Empecé en Avilés, pero no voy a hacer toda la ruta porque no tengo suficientes vacaciones», explica mientras espera a sus compañeros para ir a tomar una pizza en Ribadeo. Cree que hacerlo sola es la mejor opción de todas ya que, desde su experiencia, ha podido hacer grandes amistades.
Una decisión similar la tomaron Laura y Roberta, dos amigas italianas que salieron de Irún hace un par de semanas. «Yo ya hice el año pasado el Camino peregrino y quería cambiar. Mi amiga se quedó sin trabajo y dijimos ¿por qué no ahora?», explica Roberta, entusiasmada con la ubicación del albergue, al que califica como uno de los mejores que se ha encontrado en toda la ruta. También destacan la amabilidad y el buen trato de los habitantes de la villa, que les han acogido con mucha hospitalidad: «Hemos ido a Isla Pancha y nos parece precioso. Creo que volveré solo para hacer turismo y conocer la zona un poco más».
