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No todos los caminos llevan a Santiago

21 agosto 2018 / Mundicamino

Señales «pirata» engañan a los peregrinos y les conducen fuera de ruta hacia hoteles y restaurantes. Los vecinos de Ponferrada, donde se registran las incidencias, aseguran que «algunos hosteleros» son los responsables.

La picaresca es una práctica tan antigua como el propio ser humano y en muchas ocasiones no se limita al terreno literario. Si no que se lo digan a los vecinos de Ponferrada, que desde hace unas semanas se encuentran en pie de guerra contra los «piratas» que distorsionan los indicadores del Camino de Santiago en esta localidad del Bierzo y confunden a los peregrinos. ¿Su intención? No está clara, pero muchos apuntan a que detrás de estas acciones podrían estar hosteleros de la zona cuyo objetivo sería desviar la ruta oficial y pautada para hacer que los miles de transeúntes que desfilan por sus calles en su periplo a Santiago de Compostela se detengan en sus locales. Por ahora son todo hipótesis porque las autoridades no han logrado identificar aún a los culpables. De lo que no hay duda es de que los ponferradinos no van a dejar que se manche el nombre esta villa leonesa porque en el resto de la ciudad la señalización está en perfectas condiciones.

El problema está en una de las entradas de Ponferrada, la que coincide con el paso del Camino Francés. Ahí, justo a las puertas de una urbanización, se puede ver un mojón con una vieira amarilla apuntando a la izquierda, un ejemplo de los distintivos tradicionales que se han ido sustituyendo progresivamente por otras formas más modernas. «Antes había otros elementos de señalización, en concreto una flecha del mismo amarillo que también indicaba a la izquierda, hasta que llegó un amigo de lo ajeno y la giró hacia la derecha. Después de arreglarla en varias ocasiones y de que la volvieran a estropear acabaron arrancándola», explica Roger de la Cruz, presidente de la asociación de Amigos del Camino de Santiago del Bierzo, que también añade que en la actualidad los indicadores vuelven a estar en perfecto estado. Él mismo se encargó de comprobarlo la semana pasada, cuando en plena ola de calor hizo a pie el recorrido que discurre por los alrededores para verificar el estado de los indicadores.