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La pareja que robaba en albergues entraba simulando ser peregrinos y actuaba cuando se dormían

25 septiembre 2018 / Mundicamino

Caminaban a hurtadillas entre las literas en busca de dinero.

La oleada de robos en albergues de peregrinos que se había registrado en las últimas semanas en Santiago había generado una gran inquietud entre los propietarios de este tipo de establecimientos y también en la propia Policía Nacional, conscientes de que, de correrse la voz, podría suponer un golpe para la excelente imagen de seguridad y tranquilidad que tiene la ciudad en los países que aportan a la mayor parte de los que deciden recorrer el Camino.

La comisaría respondió con un dispositivo especial de vigilancia con agentes uniformados y de paisano que no ha tardado en tener éxito, ya que ha sido detenida la pareja a la que se le imputan estos hechos. En concreto y hasta el momento, más de veinte delitos de hurto, cuatro de robo con fuerza y uno de estafa, porque a una de sus víctimas le sustrajeron más de 6.000 euros utilizando su tarjeta bancaria.

Los detenidos son un varón de 23 años de edad y una mujer de 38 y ambos son viejos conocidos de la policía. Él tiene a sus espaldas 18 detenciones por asuntos similares y ella nada menos que quince.

Su forma de actuar ha contribuido a generar una gran incertidumbre entre los dueños del albergues, ya que en la mayoría de las ocasiones se hacían pasar por peregrinos para acceder a los locales. Casi siempre actuaban de noche, ya entrada la madrugada, y se apostaban en las cercanías del establecimiento esperando a que un grupo de peregrinos entrase o saliese. En ese momento en el que se les abría la puerta, accedían al interior y caminaban a hurtadillas entre las literas hurgando en los bultos de los peregrinos en busca de sus carteras para poder llevarse dinero u objetos de valor. En ocasiones, incluso se descalzaban para no hacer ruido.

En los locales en los que cuentan con esta tecnología, en algunas ocasiones entraron al albergue utilizando el código que abre la puerta de forma automática, sin que por el momento se haya podido determinar con exactitud cómo se habían hecho con él. Si estos sistemas menos violentos no les daban resultado tampoco dudaban en forzar puertas y ventanas. Tras declarar ante el juez y para desesperación de la policía, la pareja ha quedado en libertad con cargos, por lo que los dueños de albergues deberán mantenerse alerta.

A una de sus víctimas le sustrajeron más de 6.000 euros usando su tarjeta bancaria